Vecinos de la calle Juan Carlos I empiezan a cansarse de sus continuas llamadas al Concello o las quejas en la web municipal sean desoídas de forman constante.

Contenedores rotos conviven en esta calle, situada a escasamente un kilómetro del centro urbano de Pontevedra, con suciedad en las aceras, losetas rotas o una proliferación de maleza que dificulta transitar con seguridad por una de las zonas de crecimiento natural de la ciudad.

El estado de los contenedores y la falta de un operativo periodo de limpieza de las aceras son dos de las cuestiones que más inconvenientes han causado a los vecinos durante estos dos meses de verano, en los que las jornadas de altas temperaturas contribuyeron a que el olor junto a los contenedores fuese insoportable.

"Los de cartón no vienen a vaciarlos. A eso ya estamos acostumbrados. Pero los de orgánico están rotos, no abren con el pedal metálico y no los limpian nunca. Solo hay que pararse junto a ellos un rato para apreciarlo. Hubo días en que fue insoportable", relata una vecina que asegura no haber visto en todo el verano a nadie que limpiese las aceras en Juan Carlos I. "Nos dijeron que los efectivos tenían que estar concentrados estos días en el centro histórico, que están en fiestas. Nosotros no debemos de ser de la ciudad", añaden.

La maleza en las fincas particulares sin edificar es otro capítulo. A los vecinos les resulta irónico hablar de las exigencias de ornato decretadas este verano por las administraciones públicas referentes a la limpieza de parcelas. Y de las amenazas de sanción. "Para eso esta zona también está exenta", afirman.

La maleza invade unas aceras que tampoco presentan un aspecto cuidado. "Las losetas están rotas y nadie le importa. Por aquí no pasa nadie a interesarse ni a reparar nada. Y no es porque no lo sepan, que estamos llamando constantemente y enviando escritos". Sin éxito, por el momento los vecinos no han conseguido ser recibidos por ningún concejal.

El problema no es exclusivo de la avenida Juan Carlos I, sino que se extiende a las calles aledañas. Los usuarios del centro de salud o del edificio judicial de A Parda padecen también los inconvenientes de frecuentar una zona urbana de la ciudad en la que los residentes se sienten totalmente desatendidos.

Los árboles ornamentales situados entre zonas de aparcamiento generan también un problema de limpieza. "Cuando tienen ese fruto, como ciruelas, hacen un lodazal de podredumbre en el suelo. Un desastre".

Desde Juan Carlos I hasta Pintor Laxeiro y todas las calles aledañas padecen también los inconvenientes generados por unos arbustos ornamentales que apenas dejan espacio para pasar.

"En lo único que conseguimos la atención del Concello fue en el parque infantil. Estaba destrozado. Hace unas semanas vinieron a repararlo. Pero justo al lado hay unas vallas de aluminio de una obra que están haciendo y no las retiraron".