Virginia Pozo Castro es una de las premiadas en esta edición por Amigos de Pontevedra, como reconocimiento a una trayectoria profesional que está posicionando la industria textil pontevedresa en todo el Estado y sobre todo su capacidad creativa a través de una marca propia Coosy.

-¿Cómo ha recibido la decisión del jurado de reconocer su trabajo con el premio Amigos de Pontevedra?

-Con mucha ilusión. Coosy ha recibido otros premios pero este es especialmente emotivo para mí por lo que significa que te reconozcan en tu propia casa.

- El premio pone en valor su decisión como emprendedora y su capacidad creativa en el mundo de la moda. ¿Qué la hizo decidirse por este sector?

-Lo mío por la moda fue pasión desde muy pequeña. Con 8 años me fui con mi madre a la Feria de Milán, para ver cosillas para su tienda, Chamonix, y ya supe que ese mundo sería el mío. Ver a las clientas de mi madre salir de su tienda con los vestidos que le hacía, tan guapas, a mí me encantaba.

-Pero antes de sumergirse entre telas y diseños, probó suerte en el mundo de la banca...

-Eso fue por influencia de mi madre, que quería para mí un futuro diferente. Por ella estudié Derecho y empecé a trabajar en el banco, pero pronto me dí cuenta de que aquello no era lo mío.

-¿Se sentía incómoda entre números?

-Trabajaba en el departamento jurídico, en una época de crisis en el que solo había embargos y deudas. Eso generaba muy mal ambiente. Además había mucha competitividad en la plantilla y decidí irme.

-¿Y cómo sentó la noticia a la familia?

-Fue el mayor disgusto de la vida. En aquel momento aún se pensaba que entrabas en el banco y te jubilabas en el banco. Era un futuro de estabilidad al que yo estaba renunciando. Y lo hacía para emprender un negocio que mi madre conocía muy bien y sabía del sacrificio personal que entraña. Pero era mi sueño y traté de hacerlo realidad, con muchas dificultades, todavía hoy en día.

-¿Cuánto duró el malestar?

-Muy poco. El que se dieron cuenta de que ahora tengo un hobby del que me puedo permitir vivir y que disfruto con cada cosa que hago. Tengo que reconocer que cada vez que me cruzo en la calle con una persona vestida con un diseño mío me emociono.

-¿Qué dificultades se encontró para comenzar en el sector de la moda?

-Yo empecé la casa por el tejado. Abrí una tienda online cuando todavía no tenía ni el primer local y fue complicado. Hace siete años la gente no estaba tan acostumbrada como ahora a comprar por internet.

-¿La de Pontevedra fue su primera tienda?

-Sí, es mi ciudad y quería empezar aquí, aunque enseguida abrí otra en Vigo y en Madrid, que es en la que estaba yo.

-¿Cuántas tiendas tiene ahora?

-Tiendas físicas 20 y la online, que es un escaparate estupendo. Alguna está franquiciada pero la mayoría son mías.Están dispersas por toda la geografía española, y también tenemos presencia en Italia, Portugal, Irlanda, México e Arabia Saudí.

-El comerciante de Pontevedra se queja de lo difícil que resulta competir con las grandes tiendas. ¿Usted lo nota?

-Pontevedra es una ciudad en la que a la gente le gusta vestir bien, ir arreglada y valora mucho la calidad. Yo situé mi tienda muy cerca de la de mi madre, y en parte me nutro de las hijas de sus clientas. Yo estoy muy agradecida a Pontevedra por la buena acogida que tienen mis diseños.

-¿Ve en la venta online un duro competidor para las tiendas físicas?

-Es un hábito de compra que cada vez está más implantado y es utilizado por más gente. Está claro que un pequeño comerciante como yo o como la mayoría de los que estamos en Pontevedra no podemos competir con gigantes como Amazon. Pero lo que está claro es que es un excelente escarapate en el que mostrar nuestros artículos. Hay que saber complementar los dos modelos. Es cierto que requiere mucha inversión y dedicarle mucho tiempo.

-Usted es la directora creativa de la marca Coosy, ¿en qué se inspira?

-En la mujer de la calle. Para mí es muy importante estar en tienda y escuchar a la gente. Ahí es donde sabes qué necesitan tus clientes, qué vienen buscando a tu tienda. Y esa información procesada es la base de mis diseños. Y después los viajes. Para mí viajar es fundamental y resulta también muy inspirador.

-¿Dónde adquiere la materia prima y dónde fabrica?

-El 90% en España. Y eso el cliente lo valora y lo nota, porque aporta un plus de calidad al artículo. La estampación y la pedrería no la hago aquí, pero todo lo demás sí.

-¿Eso encarece el proceso?

-Si lo comparamos con cadenas que buscan mercados con mano de obra muy baratos, claro. Pero apostamos por otro tipo de modelo económico. Nuestros precios son muy asequibles, teniendo en cuenta la calidad de los tejidos que utilizamos y que nuestros diseños son exclusivos.

-¿Qué tipo de ropa se puede encontrar en las tiendas Coosy?

-Empecé con una línea de ropa de fiesta, para bodas. Mi idea es diseñar un vestido que sirva para varios eventos si varías un poco los complementos. Se trata de ir elegante y no arruinarte en el intento. Proponemos prendas llenas de color, de movimiento, con estampados y mucha frescura para este verano. Para las bodas buscamos un look alegre y estiloso. Y ahora abrimos la línea Sister, pensada para una mujer sofisticada con un toque romántico que nos está funcionando muy bien. Aquí ya hablamos de prendas más prácticas para mujeres urbanas.