Unos cien kilos de basura recogidos entre la calle General Rubín y la desembocadura, con plásticos, botellas y otros materiales habituales, pero también un calentador de agua y un tendedero portátil. Es el balance de la primera jornada de las 18 campaña de limpieza de Os Gafos que ayer emprendió la asociación Vaipolorío, y que se prolongará durante todos los domingos de agosto.

Una docena de voluntarios, entre ellos una armenia y un marroquí del programa Erasmus+, así como un ciudadano peruano que se sumó espontáneamente a la limpieza, protagonizaron ayer este primer día, en el que se pudo comprobar que el agua no presenta mal aspecto, pese a que el caudal es muy bajo. Además, el tramo donde se actuó "está muy abandonado, con la maleza invadiéndolo todo".

Las obras de saneamiento del río, iniciadas por el Concello hace meses, aún no han concluido. Sí terminaron en el tramo rural, pero el recorrido por el casco urbano, hasta Alcalde Hevia, permanece paralizado desde hace semanas a la espera de que baje aún más el cauce.

La otra asignatura pendiente en Os Gafos es su declaración como Espacio Natural de Interés Local (ENIL), el segundo de la ciudad tras la Xunqueira de Alba. La protección definitiva del río se aguarda desde hace más de siete años, ya que se solicitó en abril de 2011. Se confía en que pueda llegar este mismo verano, después de que el Concello respondiese a las últimas exigencias de la Consellería de Medio Ambiente. Se trataba de una programación de las actuaciones previstas y un fondo anual que "garantice el cumplimiento" de la protección y mejora del río.

Dos años y medio después de la solicitud municipal, el 11 de diciembre de 2013, Medio Ambiente acordó la declaración provisional de ENIL para Os Gafos, que aún está vigente. Se abrió entonces un periodo de dos años para que el Concello presentara el Plan de Conservación, plazo que el gobierno local casi agotó. Fue en diciembre de 2015 y la Xunta tardó otros dos años en exponerlo al público, en 2017.

El ENIL de Os Gafos incluye un ámbito de 47 hectáreas en el recorrido rural del río desde la estación de autobuses hasta el límite con Vilaboa. La declaración provisional se justificó en su día que "el interés natural radica fundamentalmente en la presencia de diversidad vegetal, predominando en su mayor parte las especies autóctonas" y añade que "la razón principal para realizar esta declaración de espacio natural es la conservación de una zona con un alto valor ecológico y paisajístico, a nivel local,".