El Concello de Pontevedra ponen en marcha el próximo martes, 17 de julio, la oficina para ayudar a los vecinos a presentar alegaciones a la revisión que la Dirección General del Catastro del Ministerio de Hacienda, está haciendo en las construcciones auxiliares del rural (galpones, garajes, piscinas, etc., excepto horreos), y que hasta ahora no estaban sujetas a este régimen. Esta oficina estará en el Pazo da Cultura y atenderá a los vecinos los lunes, martes y viernes de manera totalmente gratuita.

Para poder ser atendido, los interesados deberán solicitar cita previa en el correo electrónico ibipontevedra@laya.es, o bien llamando al teléfono 986 237 357.

El horario de apertura de la oficina será de 8.30 a 14.00 horas, pero solo se dará cita hasta las 13.00 horas para poder atender las personas de última hora.

Información previa

Desde el Concello de Pontevedra se pide a los interesados que primero soliciten toda la información en el Catastro, y si consideran oportuno alegar, entonces pueden dirigirse a esta oficina municipal para solicitar asesoramiento y ayudar a presentar los recursos a la liquidación que les presente Catastro.

La Dirección General del Catastro cobra una tasa de 60 euros por la revisión de cada una de las parcelas rurales (si un propietario tiene dos, por ejemplo, pagará 120 euros, y así sucesivamente), a lo que habrá que añadir la cuantía correspondiente a dar de alta esas propiedades auxiliares en el padrón del IBI (en algunos casos, incluso, con recargo al aplicar la revisión retroactivamente).

El Ministerio de Hacienda, a través de la Dirección General del Catastro, inició esta revisión en el rural de Galicia hace cinco años, a raíz de modificar la legislación e incluir en el padrón todas las construcciones auxiliares del rural, excepto los hórreos. El Concello de Pontevedra siempre estuvo en contra de esta revisión impulsada desde el Estado, (de hecho no favoreció su aplicación) "porque supone ir contra la estructura tradicional del rural gallego".

Gestoría

Ante esta situación, el concejal de Economía e Facenda del Concello de Pontevedra, Raimundo González, ya había informado de la contratación de una empresa especializada (Laya, experta en la gestión catastral) para ayudar a los pontevedreses a presentar alegaciones a esta revisión, una vez que el Concello tuvo conocimiento de que llegaban las primeras cartas a los domicilios de los vecinos.

Sin disponer de cifras oficiales, el gobierno local estima que alrededor de 6.000 vecinos del rural podrían estar afectados por esta modificación, teniendo en cuenta que hay 8.000 viviendas unifamiliares en las parroquias de Pontevedra.

En algunos casos cada propietario recibirá varias cartas de cobro, si tiene varias parcelas con construcciones agrícolas y por lo tanto distintas unidades catastrales sobre las que aplicar la tasa.

Para el gobierno local esta nueva tasa, que teóricamente trata de destapar "edificaciones ocultas", supone "cargarse la estructura rural tradicional" por cuanto grava casetas y cobertizos agrícolas que nunca han dejado de serlo, al margen de que en algunos casos se detecte algún fraude al convertir estas supuestas naves en edificios habitables.

El portavoz del gobierno local y concejal de Economía, Raimundo González Carballo, añade además que la nueva tasa tiene una "repercusión mínima" para las arcas del Concello y, por el contrario, genera un conflicto para los afectados.

Cartas

Las primeras notificaciones de Catastro han comenzado a llegar a los vecinos de Pontevedra en los últimos días.

Por esta revisión, el Catastro cobrará a cada contribuyente revisado 60 euros de tasa, además de la cuantía que le corresponda por dar de alta estas construcciones auxiliares (en algunos casos, incluso, con recargo al ser retroactiva).

El portavoz del gobierno local y concejal de Economía y Hacienda, Raimundo González, instó a los pontevedreses a que soliciten toda la información en Catastro, y que si después quieren presentar alegaciones a la propuesta, se dirijan al correo electrónico o teléfono apuntado, para solicitar cita previa.