La Sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra celebrará el martes el juicio contra ocho personas acusadas de delitos contra la salud pública para los que pide una pena de 12 años para el cabecilla, M.L.G., así como una multa de 575.520 euros y de 7 años de prisión para los otros siete, C.P.F, JM.M.O., F.B.C., JI.L.C., L.R.P., F.R.J. y J.G.B. para quienes pide también una multa de 400.000 euros.

Los actos que se juzgan se remontan a los años 2013 y 2014, cuando los acusados se dedicaban al transporte de hachís desde el sur de España hasta la provincia de Pontevedra, para su acopio y posterior distribución lucrativa entre los consumidores finales del producto.

Según se desprende de las conclusione del fiscal, M.L.G. era el jefe del grupo, quien daba las órdenes y quien tenía los contactos. C.P.F. era su pareja sentimental y ocupaba el segundo lugar en el orden jerárquico, siendo la encargada de transmitir las órdenes al resto de sus colaboradores.

JM.M.O era la persona de máxima confianza del jefe para realizar los viajes al sur. F.B.C desempeñaba labores de apoyo a la organización como ostentar la titularidad de diversos vehículos que eran utilizados para el transporte; JI.L.C. realizaba labores de venta de hachís y F.R.J, J.G.B. y L.R.P. eran los conductores habituales.

El día 7 de octubre de 2014, M.L.G y C.P.F. viajaron al sur en un Audi A3 negro para contactar con un vendedor. Hasta el mismo punto se desplazaron J.G.B. y L.R.P. en un Citroén C4, en el que cargaron la droga. Los acusados volvieron a Galicia en los dos mismos vehículos en los que habían partido. El Audi A3 viajó delante para detectar un posible control policial que pudiera frustrar la operación y sus ocupantes mantuvieron contacto finalmente con los del Citroén en todo momento, no pudiendo evitar ser detenidos en un control policial montado al efecto.

26 kilos de hachís

En el Citroën había 25 bolsas que contenía cada una cien bellotas de hachís, que arrojaron un peso de 26 kilos que hubieran alcanzado en el mercado el precio de 142.880 euros. Todo oculto en un hueco lateral del coche.