El mismo alcalde, Telmo Martín, que en 2003 impulsó y aprobó un Plan Xeral de Urbanismo que admitía la edificación en 30 polígonos residenciales con más de 7.000 viviendas, encabeza quince años después esta modificación para reducir de forma notable la edificabilidad y suscribe que aquellas previsiones de su equipo acarrearían ahora perjuicios.

Así, el documento dice que la "inejecución de la modificación (en trámite) supondrá la realización de los planes parciales que ya se encuentran en marcha, que están urbanizados parcialmente y que en su día el POL exclusión de su ámbito de actuación por contar con instrumento de gestión aprobado. Muchos de ellos tienen densidades excesivas y suponen una alteración grave del borde litoral concentrando numerosas edificaciones en la primera línea de costa, produciendo apantallamientos y grandes impactos paisajísticos". El objetivo es "una mejora ambiental y paisajística, mayor contención y un uso sostenible de los recursos".