Apenas 48 después de que la mesa de contratación decidiera el lunes proponer a la empresa Viaqua para gestionar el servicio de agua y saneamiento durante los próximos 20 años, el gobierno local celebró ayer una reunión extraordinaria para aprobar esa propuesta y certificar oficialmente esa adjudicación.

Desde este momento, la empresa adjudicataria tiene diez días hábiles para presentar toda la documentación que se requiere en el propio pliego de las cláusulas administrativas y abonar la garantía estipulada que, es de 5.874.149,38 euros, alrededor de un 10% de la inversión comprometida en los próximos tres años.

Una vez presentada la documentación, en el plazo de cinco días hábiles se formalizará el contrato, por lo que se estima que en julio ya estaría resuelto este asunto, a la espera de que alguna de las otras aspirantes recurra este proceso por la vía judicial, como vaticina la oposición, que votó en bloque en contra de la elección de Viaqua.

La concesión es hasta 2038, pero son los tres primeros años de contrato los decisivos, ya que en ese periodo la empresa deberá acometer los 58.231.000 euros en inversiones comprometidos en su oferta. Además, a esa cifra se deben añadir los 7,8 millones más del canon que debe abonar en los seis primeros años.

De esos fondos, 25,6 corresponden al saneamiento en doce parroquias, otras 30,2 se destinarán a la red de agua en seis, y 2,4 millones más a otras obras, entre ellas el abastecimiento al futuro Gran Montecelo.