Un total de 7.029.053 kilos de papel, envases y papel y cartón. Es lo que, oficialmente, se recogió de estos productos en la comarca el pasado año para su tratamiento y reciclaje, según los balances que acaban de hacer públicos las empresas encargadas de esta gestión, Ecoembes y Ecovidrio.

Estas siete mil toneladas de residuos depositados en los contenedores específicos, que de este modo no acaban enviados a Sogama, suponen una media de algo más de 37 kilos por habitante, para una población total en la comarca que ronda los 189.000 vecinos. Prácticamente la mitad de ese peso (unas 3.400 toneladas, el 48% del total) corresponde al vidrio, por el hecho de que se trata del material más pesado. Enviar cada año 7.000 toneladas menos a Sogama supone un ahorro en toda la comarca de más de 560.000 euros en tasas de esta empresa, a razón de unos 80 euros por cada mil kilos tratados.

El municipio que encabeza el listado entre los más ecológicos" es Poio, con casi 73 kilos por habitante, por delante de los 66,5 de Sanxenxo, los 43 de Campo Lameiro o los 37 de Vilaboa o Marín. En el lado contrario, aquellos concellos con menos índice de recogida selectiva, destaca A Lama, con apenas 17 kilos por residente. Portas suma apenas 22 kilos y también resulta llamativo el escaso nivel que se alcanza en Pontevedra, como menos de 27 kilogramos, una media por habitante similar a Barro.

De hecho, Pontevedra aparece como la ciudad gallega con el peor índice de las siete urbes gallegas y muy lejos también de la media gallega, que supera los 40 kilos por ciudadano y año. La recogida de botellas y similares referidos a 2017 sumó 842 toneladas, apenas dos mil más que los reunidos en el ejercicio anterior, y en ambos casos suponen apenas 10,2 kilos por persona y año, cuando la media gallega ronda los 17 kilos.

Ese volumen de vidrio en la capital está muy por debajo de lo que reunió en municipios con muchos menos habitantes, como Poio, donde se superaron las 900 toneladas.

Por materiales

Si el concello poiense encabeza el listado general -y de vidrio- en toda la comarca, a la hora de analizar cada producto por separado se comprueba que hay diferencias. Así, en el papel y el cartón domina Sanxenxo, con casi veinte kilos por habitante el pasado año. Es el único territorio de la comarca que supera la media gallega de 13 kilos. Pontevedra se queda en 10,2 y hay casos de muy bajo reciclaje de este material como Barro (3,6), Ponte Caldelas (4), Portas (4,5) y, sobre todo A Lama, que se queda en unos escasos 1.100 gramos por vecino. Poio, pese a liderar el ránking comarcal global, apenas separa seis kilos de cartón y papel.

También A Lama está a la cola, con mucha distancia, en la recogida selectiva de envases ligeros, que incluye bricks y latas, que se depositan en el contenedor amarillo. Son apenas 0,8 kilos por persona, muy lejos de los 21 de Cuntis, que encabeza con diferencia este apartado en la comarca, por delante de los 19 de Marín, los 15 de Campo Lameiro, los 14 de Sanxenxo o los 13 de Poio. Pontevedra se queda, en este caso, en poco más de ocho kilos, por debajo de la media gallega de 10,5.

Entre los territorios de la comarca donde menos envases se acumulan en los contenedores aparecen, después de A Lama, Cotobade (menos de tres kilogramos), Vilaboa (6,8) y Moraña, Ponte Caldelas y Portas, que apenas superan los siete.

Los contenedores de papel recogieron el pasado año en la ciudad menos de 8,5 kilos, por detrás de los 9,8 de Lugo, los 9,9 de Vigo, los 11,2 de Ourense, los 13,2 de Ferrol, los 19, 2 de A Coruña y los 20,2 de Santiago, que vuelve a figurar en cabeza. En Pontevedra, en todo caso, es muy habitual el fenómeno de la retirada de estos materiales por parte de personas ajenas al servicio de limpieza, que suelen vaciar los contenedores muy a menudo para sus negocios particulares.

En cuanto a los envases Pontevedra tampoco destaca, con apenas 8,1 kilos por vecino y año. Son 8,3 en Vigo, 10 en Lugo, 11 en Ourense, 13,4 en Ferrol y 15,6 en Santiago.