Cuando la Sección Cuarta de la Audiencia todavía no ha finalizado la vista oral contra una supuesta red integrada por ciudadanos albaneses y gallegos acusados de introducir grandes cantidades de heroína en la provincia de Pontevedra y el norte de Portugal, la semana próxima llegará a juicio un caso similar, en este caso con sus protagonistas asentados en diversos puntos de Pontevedra y su comarca.

El esquema, de nuevo el mismo. Varios ciudadanos gallegos que se aliarían con proveedores albaneses para abastecerse de droga que luego distribuían en distintos puntos de Galicia y Portugal. La principal diferencia es que en esta ocasión la trama rumana, según el fiscal, habría montado un despacho en la provincia, concretamente en la ciudad del Lérez y con ramificaciones en distintos puntos de la comarca. En Pontevedra es en donde residía uno de los principales acusados, un albanés, que tendría como socio a un vecino de Poio. La Fiscalía les acusa a ambos de adquirir importantes partidas de heroína y cocaína en Valencia de proveedores desconocidos e introducirlos en la provincia.

Para ello dispondrían de una infraestructura entre la que se incluía un piso en Sanxenxo en donde almacenaban y adulteraban la droga. También contaban con inmuebles en Barro.

La organización cayó después de la investigación del ECO Galicia de la Guardia Civil que permitió la incautación de diez kilos de heroína.

El fiscal pide penas que suman más 60 años de prisión y al menos cinco millones de euros en multas para los seis acusados que se sientan en el banquillo por tráfico de drogas, pero en algún caso también por tenencia ilícita de armas y falsedad documental.