Las familias con niños en edad escolar volvieron a ser ayer el perfil mayoritario entre los participantes en la Festa dos Maios, un concurso que contó con 8 grupos (2 menos que en la anterior edición) procedentes de distintos puntos de la comarca, que compitieron con otras tantas estructuras vegetales y coroas.

Fue una edición muy ágil, de alrededor de 2 horas, en la que ejerció de pregonera la poeta Tamara Andrés y en la que de nuevo los grupos siguieron el esquema de interpretar 4 estrofas, dos de entrada y despedida y otras 2 centrales en las que hicieron un repaso a la actualidad, desde la privatización de sectores públicos al rescate de las autopistas.

Con todo, fue Cristina Cifuentes, su máster regalado y las cremas distraídas en su bolso las que más inspiraron a los escolares y a sus ayudantes, ya que la Festa dos Maios, aunque casi siempre protagonizada por los niños, es en realidad un empeño intergeneracional. Así, en la elaboración de las estructuras vegetales colaboran cientos de padres y no son menos los profesores que ayudan con las coplas, el diseño de los maios etc.

Tampoco faltan los abuelos, hasta 2017 solo colaboradores (la buena mano para la huerta de muchos jubilados hace que los maios puedan lucir hermosas calas, margaritas, hinojo?) pero ahora también protagonistas. Y es que de nuevo los que superan los 70 s se animaron a presentarse al certamen.

Se trata del Maio dos Avós, formado por una decena de vecinos de la comarca, todos ellos jubilados de distintas profesiones, que por segundo año subieron al escenario de A Ferrería. "El pasado año le pedimos permiso al Concello para poder participar por si había alguna limitación por la edad", explica Leonor González, una de las integrantes de este animado colectivo, "y nos dijo que no había impedimento, así que esta vez cantaremos 8, si bien en el grupo somos un total de 10, la pena es que este año nos falta Tucho Malvar, que falleció, y otro integrante, Moncho, por enfermedad".

El escenario contó con dos rampas laterales para facilitar la entrada y salida de los grupos, sus maios y coroas, lo que también contribuyó a aligerar el certamen. Éste fue, un año más, un escaparate del gran trabajo que desarrollan familias, asociaciones de vecinos, de padres y colegios, tanto en la recogida del material como posteriormente en la elaboración de las estructuras vegetales.

El jurado destacó la alta calidad de los trabajos que presentaron los grupos y de nuevo supervisó que se cumpliesen todas las características del maio tradicional pontevedrés. Finalmente, se proclamó como la mejor estructura vegetal la de la Asociación Cultural e Deportiva de Marcón, seguida de la Asociación Cultural e Deportiva de Campañó y los colegios Marcos da Portela y Campolongo.

La asociación de Marcón, que también ganó en la modalidad de coroa y obtuvo el segundo premio en cantigas, sumó la mayor puntuación general, haciéndose en este 2018 con el premio especial de la fiesta, una figura que cada año acredita a los mejores participantes en el concurso.

En lo que respecta a las cantigas, el primer clasificado fue el colegio Campolongo, uno de los que tuvo un recuerdo para la ex presidenta de la Comunidad de Madrid: Se queres ter un mestrado/ faite amiga de Cifuentes/ contaache as manobras/ para levar sobresalientes.

Para poder ter un master/ traballiño que me dou/ e a outros coma Cifuentes/ na tómbola lle tocou, le cantaron desde la Asociación Cultural e Deportiva (ACD) de Marcón, la segunda clasificada.

La ACD Campañó sencillamente subió al escenario ya titulada: Ese ano Campañó/ vén cun maio estudante. /Sen rañala en todo o ano/ ten acadado un máster, cantaron sus integrantes.

Otro leitmotiv fue el rifirrafe real: xa rematamos o maio/ imos indo pouco a pouco./ Saca do medio Letizia/ que non saímos na foto, escribieron los letristas de la Asociación Cultural e Deportiva de Campañó, que recibió el tercer premio en cantigas, modalidad en la que el cuarto premio recayó en el colegio Marcos da Portela.

El palmarés continúa con los premios a la interpretación, encabezados por la ACD de Campañó. El segundo galardón en esta categoría recayó en el CEIP Marcos da Portela, seguido de los colegios Barcelos y Froebel.

Tras la ACD de Marcón, primer premio en coroa, se clasificado la ACD de Campañó y los colegios Froebel y Marcos da Portela.

Finalmente, el jurado decidió que su premio especial fuese compartido entre el maio de San Xulián y Os Avos, que ven así reconocida su participación en el certamen.

Tras días de trabajo todos los galardonados ecibieron, a mayores de la dotación económica de los premios (entre los 100 y 350 euros), la tradicional rosca que compartir entre los integrantes y colaboradores del grupo, una dulce despedida a un día de música, humor y encuentro en familia.