La Real Academia Gallega de Bellas Artes (RAGBA) homenajea en el Día de las Artes Gallegas 2018 al arquitecto pontevedrés Alejandro de la Sota. Aunque la efeméride tiene como fecha oficial de celebración el día 1 de abril, al coincidir este año en domingo y con los festejos de Semana Santa, la organización acordó trasladar el acto institucional al sábado 14 de abril.

La conmemoración se celebrará con un acto solemne en el Teatro Principal de Pontevedra, a las 19 horas, que contará con la asistencia del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo; la presidenta de la Diputación, Carmela Silva; el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores; y el decano del Colegio de Arquitectos de Galicia, Antonio Maroño; además de otras autoridades y representantes del ámbito cultural gallego.

El presidente de la Real Academia Gallega de Bellas Artes, Manuel Quintana Martillo, inaugurará el homenaje que tendrá como discurso central una glosa dedicada al arquitecto que leerá el vicepresidente de la Real Academia Gallega de Bellas Artes, el arquitecto Celestino García Braña. El Día de las Artes Gallegas contó este año con la colaboración del Colegio de Arquitectos de Galicia, Diputación de Pontevedra y el Concelo capitalino. Además, la Real Academia Gallega de Bellas Artes organizará otras actividades complementarias para homenajear al arquitecto, como una exposición que se inaugurará próximamente en las calles de Pontevedra o un ciclo de conferencias sobre su obra arquitectónica.

"Sin duda puede y debe ser considerado una de las personalidades gallegas más influyentes del siglo XX y, probablemente, el más notable de entre los arquitectos españoles de la segunda mitad de ese siglo. Su obra se extiende por toda España y, lógicamente en Galicia, donde sus edificios son de los más estudiados y publicados de nuestra arquitectura moderna", manifiesta la Real Academia.

Alejandro de la Sota Martínez (Pontevedra, 1913 - Madrid, 1996) fue uno de los arquitectos españoles más prestigiosos y reconocidos de su tiempo. Su arquitectura, desde sus inicios en la profesión, enlaza con el pensamiento más avanzado del movimiento moderno europeo. Su forma de abordar el proyecto a través de la idea, de una argumentación conceptual y abstracta, de la experimentación en el uso de los materiales y de una expresividad escueta y elocuente, ocupan un lugar central en el discurso intelectual del arte y la arquitectura del siglo XX.

Desde sus propias realizaciones, en sus diferentes ocupaciones como arquitecto, en el Instituto de Colonización, funcionario en la Dirección General de Correos, y como docente en la Escuela de Arquitectura de Madrid, la influencia de su obra y de su pensamiento fue inmensa, tanto en su entorno generacional como en las décadas posteriores, llegando al punto actual, en que una gran parte de los arquitectos españoles se consideran sus discípulos.

La fascinación que provoca la obra de Alejandro de la Sota no sólo reside en su forma de elaborar una arquitectura sincera, sin el menor exceso, sin el menor indicio de vanidad o grandilocuencia. Lo realmente relevante es que mostró la forma de hacer de la arquitectura una forma de vivir, de entender el mundo, de disfrutar de la cultura y el conocimiento, de observar y de aprender. En el Sota maestro y en el Sota arquitecto hay una continuidad vital, una coherencia de planteamientos y una honestidad indisociables.

Edificios

Varios inmuebles de viviendas en Pontevedra, entre ellos uno en la esquina de Riestra con Pastor Díaz, de 1954, algunos edificios de la Misión Biológica (1949) y, sobre todo, el Pabellón Municipal de Deportes, constituyen la obra de este arquitecto en Pontevedra.

Los edificios de Alejandro de lana Sota son tan queridos para los arquitectos como quizá difíciles de entender para los ajenos a esta disciplina. El pasado año se comunicó la lamentable noticia del derribo de la casa Guzmán. Su elegante sobriedad compositiva y su discreción inducen a la búsqueda y al hallazgo de planteamientos brillantes que a menudo pasan inadvertidas. La enérgica resolución en la sección del gimnasio del Colego Maravillas (Madrid, 1961) o la contundente composición de la fachada del Gobierno Civil de Tarragona (1957) son dos imágenes icónicas del estilo internacional que, como reconoce William Curtis, alineaban a la España de la autarquía en la vanguardia arquitectónica europea.

"Enorme es la deuda contraída por la sociedad con este gran arquitecto, maestro a su vez de grandes arquitectos y referente moral e intelectual de varias generaciones a las que transmitió un valioso legado de sabiduría y conocimiento", asegura la Real Academia Gallega de Bellas Artes. Su obra fue reconocida y valorada nacional e internacionalmente, expuesta y publicada en EE UU, Alemania, Francia, Reino Unido, Alemania, Suiza e Italia.

Trayectoria docente

Entre los años 1956 y 1972, Alejandro de la Sota fue profesor de Elementos de Composición y Proyectos en la ETSA de Madrid. Dictó numerosas conferencias en las escuelas de arquitectura españolas y extranjeras. Fue ganador de importantes concursos -Premio Nacional de Arquitectura por el edificio de aulas y seminarios de la Universidad de Sevilla (1974), Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes (1986), Medalla de Oro de Arquitectura del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (1988), Premio PINAT (1988) o la Medalla de Oro de Arquitectura del Colegio de Arquitectos de Cataluña (1996), entre otras.