Pocas veces las sillas del salón plenario se quedan escasas para seguir el pleno municipal de Poio. Pero ayer, fue uno de esos días. El interés que ha suscitado el tema del IBI, promovido por el PP con diferentes actos, hizo que casi dos decenas de vecinos se acercasen hasta el Concello para vivir el debate.

Sin embargo, muchos de ellos acudieron con la pretensión de ser escuchados e intervenir, algo que se les negó hasta el final de la sesión. Pese a ello, fueron muchas las voces que interrumpieron constantemente los discursos de los diferentes representantes políticos, que acabaron teniendo discusiones muy acaloradas.

Luciano Sobral tuvo que pedir silencio en multitud de ocasiones a la gente y también intervenir para rebajar la tensión entre el bando del PP y el de BNG-PSOE.

El punto de mayor clímax llegó cuando Ángel Moldes interrumpió el discurso de Gregorio Agís, que le acusó de tener "baja talla moral" para hacer carteles con datos "falsos" y poniendo información del tipo de IBI de seis concellos de la provincia.

"No nos interesa que hablemos porque se puede discutir la verdad. Nos estáis insultando y nosotros es algo que nunca hemos hecho", criticó Moldes. "Parece que estás buscando tensión para poder volveros a marchar del pleno (en referencia a que en la sesión del verano sobre el IBI, cuando los concejales del PP abandonaron el Salón)", respondió Agís. Mientras, Sobral solicitaba silencio a la parte popular por interrumpir los discursos de sus enemigos políticos. "Usted no tiene educación alguna. Le solicito que deje acabar como ha usted se le ha dejado", exclamó el regidor.

Finalmente, la discusión acabó y los allí presentes reconocieron el error en las formas. "Parece mentira que cuando hay público saquemos lo peor de nosotros. Ruego un debate más ordenado", solicitó Silvia Díaz, palabras a las que se sumó el alcalde.

Durante esos momentos de tensión también hubo reproches a comentarios anteriores. Moldes recordó que Barreiro le había acusado de "descerebrado" en una rueda de prensa, algo que el edil de Facenda reconoció y explicó: "A veces, en el debate político las intervenciones se suben de tono. Cuando dije descerebrado quería decir indocumentado. Ni mucho menos tenía intención de faltarle al respeto. Yo, menos para dormir juntos, puedo hacer con él lo que sea. No es un emeigo personal".