Pontevedra envió a la empresa Sogama unas 30.780 toneladas de basura en 2010, cantidad que bajó a unas 20.500 en 2012, según los balances de aquellos años realizados por el Concello. A día de hoy, se registran unas cifras muy similares. El balance ofrecido ayer en el Parlamento gallego por la directora xeral de Calidade Ambiental, María Cruz Ferreira, el volumen de basura que se envió los dos último años desde la ciudad a la planta de Cerceda, señala que en 2016 fueron 29.533 toneladas (unas 2.460 al mes) y en 2017 se llegó a 29.628 (2.469 mensuales), lo que supone un aumento del 0,3% entre ambos ejercicios, pero está por debajo de lo que se remitía en 2010 y se equipara a las cifras de hace cinco años.

Estos datos, obtenidos de las estadísticas de Sogama, fueron ofrecidos por Ferreira a raíz de una pregunta del portavoz municipal del PP y parlamentario gallego Jacobo Moreira en la que reiteró el rechazo de su grupo al plan municipal de compostaje (y también al Plan Revitaliza de la Diputación) y denunció que los composteros comunitarios carecen de autorización autonómica. Tanto Moreira como Ferreira dejaron claro que el PP solo acepta el programa de tratamiento de la materia orgánica que impulsa Sogama y que no incluye la modalidad comunitaria.

Baile de cifras

La directora xeral ofreció datos confusos sobre el envío real de basura desde Pontevedra a Cerceda. Así, dijo que en 2016 fueron en total 29.637,93 toneladas, pero a renglón seguido elevó la cifra a 2.589 toneladas al mes (lo que supondría más de 31.000 anuales). Con ellos apuntó que entre los dos últimos años hubo un aumento -que se puede cifrar en apenas un 0.3%-, si bien lo atribuyó a una "recuperación de la economía, lo que genera más basura". El Concello, por su parte, cifró los envíos del pasado año en 29.383 toneladas, 245 menos de las que certifica Sogama.

Pese a las confusiones en el balance de ayer de María Cruz Ferreira, Jacobo Moreira se queda con las cifras de la Xunta y afirmó que ese incremento es una prueba de que el sistema municipal de compostaje "no funciona y se aplica sin rumbo ni planificación". Estas críticas del PP local coinciden con las que el pasado miércoles lanzó el partido provincial contra el programa similar de la Diputación. A él también se refirió ayer Moreira en la comisión parlamentaria de Medio Ambiente de ayer al señalar que "solo están adheridos 29 de los 61 concellos y apenas cinco siguen adelante".

Sean cuales sean las cifras reales, Pontevedra aún debe afrontar cada mes una factura de unos 200.000 euros por el tratamiento de sus basuras en Sogama, una cantidad que aún no se ha logrado reducir toda vez que el sistema de compostaje todavía se encuentra en fase experimental y con escasa implantación en el municipio.

Tanto Moreira como la directora xeral de Calidade Ambiental ensalzaron, por la contra, el programa emprendido por Sogama, con una planta en previsión para tratar unas 15.000 toneladas anuales y un sistema de "autocompostaje" por el que se han repartido unos 7.700 recipientes individuales en Galicia, de los que 2.800 corresponden a la provincia de Pontevedra, con 36 municipios implicados, 39 centros educativos y cuatro colectivos sociales.