Entre los 3,3 millones para la oferta más barata y los 4,4 millones de la más cara. Es el abanico económico en el que se mueven las veinte ofertas que optan a ejecutar uno de los proyectos autonómicos de mayor cuantía de los últimos años en la ciudad: la rehabilitación por unos cinco millones de euros de la antigua sede de la Xunta en Benito Corbal, con el fin de reaprovechar un inmueble sin uso alguno desde 2009 y convertirlo en un censo social, universitario y de las oficinas de empleo.

Desde hace unos días la Xunta analiza el contenido de estas propuestas técnicas, con el fin de adjudicar en cuestión de semanas las obras y poder comenzarlas en 2018, de modo que el edificio cobre de nuevo vida en 2019. Aunque son veinte las ofertas, muchas de ellas están firmadas por varias empresas, algunas de ellas de ámbito nacional, como Acciona, Ferrovial, San José, Obrascón o Copasa. Es precisamente esta última la que obtiene, de momento, más puntuación, aunque no supone que sea finalmente la elegida. Detrás figuran la UTE Acciona-Construcciones Ramírez, Xac-Delfín Ferreiro, también asociadas, San José y la unión de Ferrovial y Oreco.

Precios

Las ofertas económicas son muy variadas, pero ninguna supera los 4.416.000 euros que plantea Agromán-Oreco, casi un 7% por debajo de los casi 4,8 millones del presupuesto de salida. La más barata, un 23% menos que el precio de licitación, es la de Taboada y Ramos, de 3,3 millones. De hecho, la Xunta llegó a otorgar a esta compañía un plazo para que justificara una oferta que se consideró inicialmente "baja anormal o desproporcionada".

Paralelamente se trabaja en la contratación, por unos 100.000 euros, de una consultora que asuma las tareas de dirección de obra. Por el momento son 11 las ofertas en este segundo concurso para iniciar en los próximos meses una obra que el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, quiere tener lista en marzo de 2019, a las puertas de las elecciones municipales de ese año.

Los trabajos, que cuentan con el respaldo municipal -el Concello podría aprovecharlos para actuar en el entorno- convertirán el antiguo inmueble en un espacio "moderno, cómodo, accesible y versátil para todos los usuarios", añade. También se apuesta por la eficiencia energética "haciendo un inmueble con una calificación energética A, tanto con respeto al consumo de energía primaria no renovable como en emisiones de CO2".

Usos definidos

El edificio, cuyas últimas obras de mejora antes de su cierre se ejecutaron en 1982, ofrece una superficie útil de 5.419 metros cuadrados, de los que 4.400 ya tienen destino claro. En las tres primeras plantas -el semisótano y el primero y segundo piso- se situarán las oficinas de empleo de la Xunta, que en la actualidad están en dos locales alquilados en Eduardo Pondal. "Estos servicios se van a concentrar en un único espacio, lo que facilitará la prestación del servicio al ciudadano", destaca la Xunta, que añade que en total, la superficie para este fin será de 1.544 metros cuadrados.

En las plantas tercera y cuarta, entidades y asociación de interés social y sanitario dispondrán de un espacio para situar sus oficinas y locales. Estas plantas tendrán acceso independiente desde la calle y su superficie total es de 1.156 metros cuadrados. Finalmente, las cuatro plantas restantes -de la quinta a la octava- estarán a la disposición de la Universidade de Vigo para que instale allí los servicios y proyectos que decida la institución académica. La superficie para estos usos es de 1.740 metros cuadrados.

El rector Salustiano Mato ya adelantó hace meses la opción de dedicar estos espacios "al desarrollo del proyecto de especialización del campus" Crea S2i. "Su sede corporativa real, por así decirlo, va a estar en ese edificio y por lo tanto todos los productos y proyectos que interrelacionan a todas las facultades del campus se van a identificar ahí", destacó el rector.

También incidió en que los futuros usos de estas cuatro plantas pasan por los campos de la "incubación y preincubación", junto con espacios de coworking y una "escuela de emprendedores". Asimismo, adelantó que este inmueble podría acoger "productos académicos" vinculados al proyecto de especialización así como otra serie de "actividades comunes del campus".