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La patronal pide un plan para conservar las tiendas tradicionales con encanto

Recientemente han desaparecido varios de los principales ejemplos del comercio del centro histórico - Reclaman proteger los interiores y mobiliario ante previsibles cambios de usos

Farmacia de J. L. Domínguez Gómez en la calle San Román, uno de los establecimientos con encanto del centro histórico. // Rafa Vázquez

Un plan especial que proteja las tiendas singulares y contribuya a la pervivencia del patrimonio comercial pontevedrés, al menos de sus manifestaciones más significativas (escaparates, suelos, mostradores, vidrieras etc), en caso de un previsible cambio de uso de estos establecimientos. Es la petición que plantea la patronal ante la progresiva pérdida de locales con encanto.

Solo en los últimos meses han desaparecido tiendas como La Moda Ideal (durante el incendio que calcinó el centenario edificio) la ferretería Varela y la droguería Moderna (en estos casos a causa de la jubilación y el fallecimiento de sus propietarios, respectivamente), los tres por distintos motivos sin uso actualmente.

Se suman a cambios de usos también producidos en fechas recientes como el de la antigua paquetería Rodiño, hoy reconvertida en centro para mayores, o a solo unos metros la extinta tienda de Barcia, tapiada desde hace meses, ambos en su día ejemplos destacados del comercio del centro histórico.

Se trata de los casos más citados por los representantes de la patronal y comerciantes, que aluden a la crisis o al importante incremento de los precios de los alquileres entre los principales factores que están detrás de la desaparición del comercio tradicional.

"El plan llegaría demasiado tarde para ellos, pero no así para otros ejemplos del patrimonio comercial que todavía podrían protegerse", indica uno de los partidarios de esta batería especial de medidas.

La extinción de la moratoria que durante los últimos años contuvo el aumento de los alquileres en este tipo de establecimientos antiguos significó que muchos propietarios "optasen por jubilarse, ya que se trataba de personas generalmente de una edad, o bien descartasen buscar relevo en su propia familia", indican comerciantes del centro histórico.

A mayores están la recesión económica y el cambio en las tendencias de consumo. "El gran problema es la transformación en las orientaciones de compra, las jóvenes generaciones se decantan por grandes marcas antes que por el pequeño comercio, que realmente está pasando un momento difícil para su supervivencia", explica Miguel Lago, presidente del Centro Comercial Urbano Zona Monumental, entidad que agrupa al grueso de los comercios con encanto de la ciudad.

Es uno de los representantes de la patronal que demanda un plan adaptado a las realidades de los establecimientos pequeños. "Es muy difícil que un comercio se mantenga con el mismo estilo o la misma oferta durante cien años. Habría que pensar si es posible preservar esa actividad durante un siglo, si no podemos garantizarla al menos si conservar el aspecto que le da su encanto; no parece muy lógico conservar la fachada porque así lo exigen las directrices de Patrimonio y olvidarnos del resto", añade Miguel Lago.

Éste se pregunta "qué pasaría si mañana cambiase de uso la farmacia de la calle San Román ¿se permitiría transformar completamente el bajo? Si no conservamos los comercios con encanto perdemos gran parte de nuestra memoria".

En general la patronal recuerda que otras ciudades españolas han puesto en marcha medidas para facilitar que los comerciantes puedan traspasar sus negocios a un sucesor interesado en dar continuidad y a la vez modernizar el establecimiento.

Por el momento, el presidente del CCU Zona Monumental reconoce el creciente auge de la hostelería, casi la única demandante de espacios en el centro histórico. "Para muchas pequeñas empresas es su salida", destaca.

También José María Corujo, presidente de la asociación de pequeños y medianos empresarios Aempe, reclama que el plan específico incida en la compatibilidad de usos: "Todos los planes y ayudas han de favorecer que las zonas protegidas como los centros históricos tengan suficiente capacidad de maniobra como para adaptarse a los tiempos, no se los puede mantener como si fuesen restos arqueológicos".

Conservar el patrimonio y en paralelo ser capaz de garantizar esa capacidad de adaptación a los nuevos retos del pequeño comercio es "el principal handicap" a afrontar por los redactores del plan especial, destaca José María Corujo.

La patronal insiste en que "el comercio es un elemento clave y debería de existir un plan para proteger este tejido tradicional en toda la provincia" aún reconociendo que la pervivencia de estos establecimientos no depende tanto de las acciones de la administración como del posicionamiento y la cultura comercial de la ciudad en cada momento.

No se trata de defender negocios ruinosos, recuerdan los empresarios, "sino de medidas que ayuden al traspaso, la modernización y en general ayudar al autónomo", al que Miguel Lago no duda en señalar como "el esclavo de esta economía a pesar de ser el que la mantiene".

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