Un total de 1.019 familias de la comarca de Pontevedra, 974 del municipio capitalino, integran a día de hoy el Registro oficial de la Xunta de solicitantes de viviendas con algún tipo de protección, pero la inmensa mayoría de esta demanda se concentra en los pisos de promoción pública, un parque muy reducido y sin planes de ampliación a medio plazo tras la entrega de los de 132 de Valdecorvos. Solo en Pontevedra son 765 las personas en busca de uno de estos hogares.
La demanda de estos pisos sociales en la ciudad supone el 20% de toda la existente en la provincia (donde Vigo acapara el 85%), pero la disponibilidad de terrenos disponibles es casi nula. El Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) dispone de 18.300 metros cuadrados en Monte Porreiro, pero desde hace años está decidido no masificar aún más este barrio.
Se trata de seis parcelas edificables ubicadas en la calle Dinamarca, alrededor del parque del Mirador cuyo destino es objeto, de nuevo, de negociación entre el Concello y Vivenda. La intención es permutar esos terrenos de propiedad de la Xunta por otros con los que cuente el Concello en diversas ubicaciones. Valdecorvos, la antigua Tafisa e incluso Campo do Boi, aunque en este caso con muy escasas posibilidades, son una vez más las alternativas sobre la mesa.
Hasta siete inmuebles
El Concello quiere hacerse con la titularidad de las parcelas de Monte Porreiro para preservar su actual uso, en la práctica, como zona verde, y el IGVS ya descartó en su día su aprovechamiento para pisos de promoción pública. En esa área se podrían levantar hasta siete inmuebles, con un elevado impacto visual en la zona. De hecho, uno de los solares incluso se convirtió en una zona de juegos.
Por ello, la solución es encontrar otras ubicaciones, si bien la Xunta parece descartar ya Valdecorvos, el polígono residencial de más de 100.000 metros cuadrados al lado de la avenida de Lugo.
En esa zona se habilitaron diez parcelas edificables, y ya están vendidas al menos cuatro de ellas, más otras tres en reserva y dos aún en oferta. La última ya se utilizó para levantar 132 pisos sociales, ya entregados tras una larga peripecia con los adjudicatarios.
Con el Campo do Boi prácticamente anulado debido a la complejidad urbanística que presenta y sus escasas dimensiones, la única alternativa real a día de hoy es Tafisa, un amplio conjunto de terrenos donde se iban a edificar más de 700 viviendas pero que quedó totalmente paralizado hace años, con motivo de la crisis inmobiliaria.
Lo mismo ocurre con la unidad ubicada entre Eduardo Pondal y Doce de Novembro, donde el Concello dispone de un amplio solar que en su día se permutó con la ONCE para ejecutar un nuevo Centro de Recursos Educativos de la organización de ciegos. Ese centro nunca se ejecutó, pero el Concello no ha reclamado la devolución del suelo, que también podría entrar en las negociaciones con el IGVS.
Vivenda quiere resolver lo antes posible esta permuta ya que el asunto acumula ya una década de contactos. En 2007 se llegó a firmar un protocolo con el bipartito autonómico y en 2009 se retomaron las conversaciones, sin éxito.
La solución a este asunto permitiría a la Xunta disponer de suelo para nuevos pisos sociales, si bien eso no garantizaría su ejecución a corto plazo para atender la amplia demanda local. En toda Galicia son 8.950 las familias que solicitan un inmueble de promoción pública, bien en compra o bien en alquiler. Y en Pontevedra son 765, que se eleva a 904 en toda la comarcas. Esto supone más del 20% de toda la demanda provincial de este tipo de pisos sociales, que es de 3.720 personas".
