El patrón mayor de la Cofradía de San Telmo, César Rodríguez, se acercó ayer por la tarde a la lonja de Campelo para vivir de primera mano la puja por el marisco recogido por parte de la Cofradía de Lourizán con las consiguientes protestas del resto de agrupaciones de la ría.

Para Rodríguez, "indiga ver que no hubo solidaridad" con las familias de los fallecidos, ya que la madre y la mujer del patrón, Francisco Castiñeiras, son mariscadoras. "Además es que hay primos, tíos y demás familia de todos los fallecidos", recalcó el patrón.

César Rodríguez explicó que a primera hora de la mañana se mantuvo una reunión con los mariscadores en la que se acordó el cese de la actividad: "La mayoría estaba de acuerdo en no bajar a la playa, así que se le comunicó a la patrona de Lourizán, que quedó en informar a las diferentes agrupaciones de su cofradía".

Según Rodríguez, la responsable de Lourizán aseguró que serían las agrupaciones las que explicarían la situación "a la gente" y "decidirían". Finalmente, un tiempo después y sin mediar comunicación alguna, un sector de la compañía bajó a la playa a trabajar.

En la tarde de ayer no había habido nuevas comunicaciones entre los responsables de la cofradía y la patrona mayor de Lourizán se encontraba en una reunión en Santiago y no pudo atender a FARO.