El Concello y un grupo de vendedores del Mercado que arrastraban deudas municipales por el impago de las tasas de uso de casetas y bancadas han llegado a un acuerdo para saldar esos impagos y anular los expedientes de extinción de esas concesiones.
Así se acaba de acordar en la junta de gobierno de hoy lunes, en la que se dejan sin efecto al menos seis de estos expedientes en el mercado de la calle Sierra y otro más que afectaba a las galerías comerciales de Fray Juan de Navarrete.
En total se retira la amenaza de extinción de la concesión sobre un total de trece bancadas, dos casetas y un local. No es la primera vez que el Concello tiene que acudir a este tipo de procedimientos para evitar los impagos y enjugar en lo posible sus pérdidas.
Según ha explicado la concejala Carmen da Silva, que ejerce estos días como portavoz del gobierno local, todos los casos cuyo cierre se acordó hoy se habían abierto por el impago de las obligadas tasas, una anomalía que “reconocieron los propios vendedores” afectados.
A raíz de esos expedientes, se entabló una negociación entre las dos partes mediante la cual se establece un pago a plazos, fraccionado, de las deudas, ya que “en algunos casos eran elevadas”, según la edil, que da por cerradas así las reclamaciones.
En su día se habían detectado impagos que rondaban los 5.000 euros y además se llegaron a abrir procesos similares para concesionarios que no utilizaban sus puestos.
Este proceso de acuerdo entre vendedores y Concello llega en medio del proceso que tiene en marcha el gobierno local para revitalizar el Mercado de Abastos de la calle Sierra, mediante la conversión de su planta alta en un “espacio gastronómico” que atraiga nuevos clientes. Se trata de desplazar los escasos puestos de esa planta hasta el bajo, salvo los dos bares, y reacondicionar el espacio resultante.
En ese lugar ya se habilitó hace un año una ludoteca y se trabaja también en el traslado de la lonja de pescado y marisco.
Para hacer realidad todo ello el gobierno local modificó el Reglamento del Mercado, de modo que se establezcan las bases para esos traslados y los cambios en la concesiones. Ese nuevo reglamento, que se aprobó definitivamente hace unas semanas, contó con varias alegaciones de los propios concesionarios para reclamar más plazo de concesión y facilidades en su transmisión, rechazadas todas ellas por el gobierno local.
