Visto para sentencia. La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra finalizó ayer la vista oral del juicio a Babacar M. por la supuesta violación a una vecina de Marín en esta misma localidad el 31 de mayo de 2014. Una vista que finalizó con la fiscal encargada del caso ratificando su petición de siete años de prisión para el acusado como autor de la agresión sexual. El acusado niega los hechos y asegura que las relaciones fueron consentidas.

Esta segunda parte de la vista incluyó la declaración de varios testigos que coincidieron en que, aunque la mujer asegura que no conocía de nada al supuesto violador, sí estuvieron juntos esa noche previamente a la supuesta violación y uno de ellos incluso afirma que los vio besándose.

Para la Fiscalía, no obstante, estos testimonios no deben apartar al tribunal de los hechos concretos que se juzgan aquí. La representante del Ministerio Público destacó que "poco importa cómo llegó la víctima" hasta las galerías Sol aquella madrugada, si lo hizo por su propia voluntad o sí conocía o no previamente al acusado. Para la fiscal "lo obvio" es que en un momento dado cuando se encontraban en aquellas galerías la víctima no quiso mantener unas relaciones con el acusado y este la obligó.

Refuerza esta tesis con el testimonio de un quiosquero que se disponía a abrir su negocio esa jornada y, según dijo la fiscal, observó a la mujer que discutía con el acusado y ella acudió a pedirle ayuda.

Durante la jornada de ayer también prestaron declaración los médicos y forenses que atendieron a la mujer tras sufrir la supuesta agresión sexual. Explicaron al tribunal que la víctima presentaba una serie de lesiones, algunas compatibles con heridas de defensa y otras que serían también "compatibles con la versión que ella da" de una agresión sexual, no obstante, destacaron que la violación no es la única forma en la que se podrían haber producido. Para una de las forenses, unas lesiones que la mujer presentaba en el interior de los muslos y que se atribuyen a una fuerte fricción o presión con las manos de otra persona es "un hallazgo inespecífico" dado que se puede "relacionar con muchos cosas".

Con todo, sí considera "que fuerza hubo" y que, cuando menos, la víctima sufrió algún tipo de agresión aunque señala que las lesiones no son lo suficientemente clarificadoras para determinar "si las relaciones fueron o no consentidas".

Las forenses también señalaron que bajo las uñas de la víctima se encontraron restos de sangre con los perfiles genéticos de dos varones, uno de ellos el del acusado.

Incomparecencia

La Fiscalía tuvo que renunciar finalmente a la declaración de una testigo amiga de la víctima que no se presentó en las dependencias judiciales para ser interrogada por el tribunal a pesar de que estaba citada en tiempo y forma. Finalmente, el Ministerio Público renunció a su testimonio pero pidió al tribunal que se imponga a esta mujer la sanción correspondiente por su incomparecencia.