Trapillos de colores, film de cocina de embalaje, bolsas de plástico, cuerda de algodón, cable telefónico, ovillos de lana... La asociación de palilleiras A Fieitiña de Pontevedra ya tiene todo listo para su encuentro anual, que celebrará su XI edición mañana domingo en el Recinto Feiral.
Este año, la organización ha apostado fuerte por la sorpresa y quiere dejar a su público con la boca abierta de una de las maneras más originales posibles: con creaciones de gran formato y la utilización de materiales diferentes al tradicional hilo de palillar. La idea partió de Marieli Torres, miembro de la asociación desde hace un año.
"Siempre me llamó la atención el encaje de bolillos de colores, diferente al tradicional. Yo comencé a palillar con un libro que ofrecía modelos de este tipo. Así que se me ocurrió que este año podríamos cambiar la tradicional exposición de trabajos por otros que rompiesen totalmente con lo hecho hasta ahora", explica.
Así, e inspirándose en los materiales y tamaños que se hacen otras ferias y muestras de países del centro de Europa, propuso la creación conjunta de los miembros de la asociación de piezas como una campana, vidrieras, banderolas, rosetones y banners, entre otros, a los que dedicaron días completos de trabajo.
El más difícil, sin duda, es la campana realizada con film de cocina, que presidirá las 25 mesas en las que mañana se sentarán las 1.200 palilleiras.
"Lo más complicado no fue hacer el encaje en sí, sino dominar el material. El tamaño de la pieza, además, lo dificulta", asegura Marieli Torres, que añade que "con este tipo de producciones no sabes qué problemas te vas a encontrar".
Esta estructura, compuesta por tres paños, fue construida por diez personas que entrelazaron 300 metros de film con 15 pares de bolillos. Las dimensiones finales son de 8 por tres por 17 metros.
Otra de las obras que se expondrán este año es un lazo de más de once metros de largo que forma el símbolo rosa de apoyo a las enfermas de cáncer de mama. Fue realizado con bolsas de plástico de color rosa.
Recibirán al público los encajes hechos con trapillos de colores que se encuentran colocados en las puertas de cristal del Recinto Feiral. La mayoría de los diseños han sido sacados de libro "Raizame do encaixe galego, de Concepción Canoura y editado por la Xunta.
Nuevas generaciones
Marieli Torres considera que con este tipo de iniciativas se puede acercar el encaje de bolillos a las nuevas generaciones.
"El problema es que ahora las madres ya no hacen encaje en casa, por eso la gente joven no se siente tan atraída por esta técnica, que no deja de ser una forma de manualidad. De esta manera se le puedan dar nuevos usos al encaje: pulseras, cinturones, pendientes, adornos para zapatos...", manifiesta.
A Fieitiña ya innovó en la anterior edición de su encuentro anual exponiendo vestidos de novia con encaje de bolillos. Ahora, estas piezas de gran tamaño continúan el camino de la innovación de la asociación.