El pleno de ayer en la Diputación transcurrió con relativa tranquilidad. Ante la ausencia casi total de público, los únicos momentos de tensión que se vivieron tuvieron lugar entre las diputadas y los diputados con el telón de fondo de la igualdad.

El primero de ellos se inició cuando el socialista Carlos López Font se dirigió a la popular Nidia Arévalo para decirle, durante el debate de la moción sobre la modificación de los presupuestos, que "usted, políticamente, está acomplejada, por no ser ni presidenta de la Diputación, y el drama es que no la quieren ni como presidenta de su partido dentro de la provincia".

Estas palabras provocaron el disgusto de las diputadas populares, entre ellas Elena Muñoz, que intervino en voz alta y a quien la presidenta del organismo provincial, la socialista Carmela Silva, recordó que "la ira y el odio son emociones que se derrotan a sí mismas".

"A las mujeres nos cuesta mucho estar ocupando espacios de decisión, y no estamos ninguna acomplejada por nada y estamos seguras de nosotras mismas", apuntó. Pese a ello, Silva pidió a López Font que retirase sus palabras. "Para hacer un grito en defensa de las mujeres le pido que retire que la señora Arévalo está acomplejada, porque creo que no se deben decir estas cosas en un pleno y para que no consten en acta", zanjó el tema.

Sin embargo, Nidia Arévalo aprovechó el debate sobre la situación de las carreteras autonómicas para responder a López Font: "No ofende quien quiere sino quien puede".

"Lo más gratificante de mi vida fue ser elegida alcaldesa en el pueblo en el que nací. Nunca me presenté a la presidencia de la Diputación ni de mi partido", recordó.

Pero no fue el único rifirrafe entre diputados de ambos sexos, ya que un comentario del popular Enrique Sotelo sobre la posibilidad de que a la socialista Chelo Besada le escribiesen los discursos no gustó nada a Carmela Silva, que defendió a su compañera: "vamos a evitar, cada vez que interviene una mujer, decir que se les hacen los escritos", dijo.