La plaza de O Mosteiro en San Xoán se llenó ayer de vehículos en busca de la bendición en honor al patrón de los conductores, San Cristóbal. Organizado por la asociación de taxistas y transportistas que lleva el mismo nombre que el santo, muchos pilotos se sumaron a la multitudinaria procesión de vehículos que recorrió las cinco parroquias del municipio tras la celebración de los actos religiosos, que contaron con la actuación de la Coral de Poio.

La caravana, que partió de Raxó y concluyó en San Salvador, terminó las celebraciones con una cena baile en A Marisqueira, en la que participaron cerca de un centenar de conductores, en una fiesta amenazada por el grupo Kalibre.