Antes del inicio del curso escolar, previsto para el 10 de septiembre. Esta es la fecha tope que, salvo imprevistos, ha establecido el Concello para concluir todas las obras del desdoblamiento de la avenida de Vigo, un nuevo acceso a la ciudad desde el nudo de O Pino que se abrió ayer provisionalmente al tráfico, con el fin de agilizar otros frentes de trabajos vinculados a este proyecto. Desde primera hora de la mañana, todo el tráfico de entrada al centro urbano desde O Pino se canalizaba por el desdoblamiento, que entra así en servicio diez meses después del inicio de las obras, a finales de agosto pasado. Se trata de la actuación de mayor calado del anterior mandato municipal y arranque del actual, que se financió con fondos apartados por el Ministerio de Fomento, en torno a siete millones de euros entre ejecución y expropiaciones.

Se culmina así una calle prevista en el Plan de Urbanismo desde 1989, de unos quinientos metros de longitud, aceras de 3,5 metros, un carril de salida y dos de entrada a la ciudad y una linea discontinua de aparcamiento de 2,5 metros de ancho, así como una senda peatonal y ciclista próxima al río de Os Gafos y a distinto nivel que la calzada, de 5,5 metros de ancho, salvo algún tramo, donde aumenta a ocho. También cuenta con "lombos". En todo caso, la apertura de ayer es provisional, ya que aún restan actuaciones en el propio vial y solo se han señalizado dos carriles, uno por sentido.

Su puesta en servicio de este modo tiene el objetivo de permitir el cierre parcial de la propia avenida de Vigo, para dejarla con un único carril de salida y ensanchar así sus aceras hasta el cruce con Luis Seoane, calle perpendicular también reurbanizada.

Estas obras en la avenida de Vigo ya se habían ejecutado parcialmente en semanas anteriores, pero desde ayer se activan de forma plena. Se suman así a otros trabajos complementarios del proyecto también en ejecución, como la prolongación de la senda peatonal de Os Gafos, bajo la rúa da Estación, para conectar con O Pino. Otras mejoras ya se han realizado, al menos en su mayor parte, como la reurbanización de Luis Seoane y la rúa da Estación, la mejora de un pequeño camino entre el desdoblamiento y la avenida de Vigo y, sobre todo, la gran rotonda donde desemboca el nuevo acceso Sur, justo frente al ramal de salida de las dársenas de la estación de autobuses,. Esta glorieta, en servicio desde hace unas semanas tiene unos 40 metros de diámetro, con dos carriles de circulación rodeando una isleta central de 18 metros. La intersección estará regulada con semáforos, que darán preferencia a la salida de los autobuses de su estación. En la mayor parte de los casos, eso sí, aún está pendiente el asfaltado definitivo de todos los viales, así como su señalización final. Todo ello probablemente se demore hasta completar la única obra complementaria todavía sin iniciar.

Se trata de la reforma del actual cruce de Ponte Boleira, donde confluyen Fernández Ladreda, la rúa da Estación y la avenida de Vigo. Al limitarse esta última a un único carril de salida, se reordenará el sistema actual de tráfico y se creará una rotonda de mayor tamaño que la actual.