Alejandro P. C., más conocido como "El Ilustrísimo" entre las fuerzas de seguridad, ha vuelto a ser detenido por la Policía Nacional, por enésima vez, como supuesto autor de uno de los numerosos robos que se le imputan desde hace meses. Esta detención tiene la peculiaridad de que es la primera después de su salida de prisión. El joven, que acaba de cumplir 19 años, ingresó en la cárcel de A Lama en septiembre pasado pero después de unos ocho meses entre rejas, a mediados de mayo pasado ya estaba de nuevo en la calle. Un mes después ha vuelto a los calabozos de la Comisaría.

El caso que se le atribuye ahora es el hurto de unos 677 euros de la caja registradora de un establecimiento de hostelería de la ciudad, según informó la Policía Nacional, que practicó la detención ayer viernes, casi una semana después del suceso.

Con más de una treintena de antecedentes policiales a sus espaldas pese a haber alcanzado hace bien poco la mayoría de edad, el joven permanecía en prisión hasta hace unas semanas por sus reiterados actos delictivos, de los que aún tendrá que responder ante la justicia en cada uno de los juicios que se le avecinan.

"El Ilustrísimo" (se le conoce así por la elevada frecuencia de sus visitas al juzgado) aceptó en enero pasado dos años de cárcel como autor de un delito continuado de robo con fuerza. Esta era una de las primeras condenas en firme que le imponía un juzgado de lo Penal tras su mayoría de edad.

La detención de ayer responde a unos hechos ocurridos el día 7 de junio, cuando se recibió la denuncia por parte de la encargada de un establecimiento de ocio que fue objeto de la sustracción del dinero que había en ese momento en la caja registradora. Según la Policía, al parecer los hechos sucedieron cuando dos jóvenes llegaron a la terraza del local y tras pedir una consumición uno de ellos accedió al interior del establecimiento en el momento en el que el camarero se disponía a servir las consumiciones. Aprovecharía una distracción para sustraer el dinero del interior de la caja registradora.

A raíz de la denuncia se iniciaron las investigaciones para averiguar la identidad del presunto autor del delito, que había sido descrito por alguno de los empleados debido a la "relevancia mediática" de Alejandro P. C. Fue detenido por un presunto delito de hurto y trasladado a dependencias policiales, para ser puesto después a disposición de la autoridad judicial.