El repentino fallecimiento del empresario Carlos Pérez Padrón el pasado martes, cuando se encontraba en México por motivos de trabajo, ha provocado consternación en Caldas, lugar donde comenzó su brillante trayectoria profesional tras fundar Eurolatón en 1990. La planta creada en esta localidad en 1995 fue el primer escalón que llevaría al empresario a exportar sus productos de ferretería a países como Portugal, Inglaterra, Francia, Alemania, Venezuela o Egipto, una expansión internacional que llegaría hasta China en el año 1999.

"Lamentamos su pérdida, era un tipo emprendedor", reconoció ayer el alcalde de Caldas, Juan Manuel Rey, quien destacó el carácter afable y la simpatía del empresario que tenía 51 años y que deja cuatro hijos. Prueba de ello, el regidor recordó las videoconferencias en las que, desde la sede de Eurolatón de Caldas, se establecía una comunicación directa con la factoría que Pérez Padrón había abierto en China y en la que también participaba Rey. Al otro lado del monitor contestaba "Manolito", el encargado chino de la planta asiática que "hablaba un español muy simpático", rememoró el alcalde. Los restos mortales del empresario serán trasladados en los próximos días desde la ciudad de Querétaro hasta Vilagarcía, su localidad natal, donde recibirá cristiana sepultura.

A nivel empresarial, aunque Eurolatón no es una de las compañías que más puestos de trabajo genera en el municipio, Rey subrayó el importante volumen de producción de la empresa.

Por otra parte, también desde la compañía también se quiso manifestar el pesar y la consternación por este inesperado fallecimiento y se recordaba el "carácter trabajador" y la "calidad humana" de Pérez Padrón.

Aunque en sus inicios la compañía llegó a mantener una plantilla en Caldas de unos 70 trabajadores, en la actualidad cuenta con unos 30, ya que parte de la producción se realiza en China, elaborándose únicamente en la planta del Umia las piezas de mayor calidad y que exigen una mayor especialización.

De Caldas a China

Pérez Padrón fue uno de los primeros empresarios gallegos en dar el salto hacia el gigante asiático y el primer occidental que se estableció en China como accionista mayoritario de una compañía. Fue en 1999, tan sólo cuatro años después de construir la sede actual de Caldas, cuando la compañía instaló su fábrica en Yuhuan, en la provincia china de Zhejiang. Además, ese mismo año fundó Eurolaton China Co. Entonces, la expansión internacional no había hecho nada más que empezar.

Al mismo tiempo que la empresa continuó progresando en el mercado asiático -en 2002 la organización Ping Xin pasa a formar parte del grupo y en diciembre de 2004 inaugura la ampliación de la factoría china, que pasa a tener 25.000 metros cuadrados-, Pérez Padrón opta por seguir ampliando fronteras en México, Argentina, Polonia o República Checa, una vocación internacional que llevaría al imperio de las manillas a estar presente en 30 países de cuatro continentes.