Una joven de Pontevedra ha formulado una denuncia en la Comisaría contra su expareja por acoso y por incumplir, supuestamente, la orden de alejamiento de 200 metros. La mujer, natural de O Grove, ya denunció al supuesto agresor, el pasado febrero, pero, según sus quejas, aún sigue siendo atacada verbalmente por la familia del supuesto agresor y por él mismo, a quién dice haber visto cerca de su casa vigilándola desde su coche

La joven, ahora vive con su nueva pareja, y dice haber sido amenazada repetidas veces a través de redes sociales, donde las hermanas del agresor supuestamente la insultan y le advierten que tenga cuidado y que disfrute de su hija (cuy padre es el denunciado) mientras pueda, ya que se la van a quitar. Por este motivo la joven también pide que se imponga una orden de alejamiento para la familia del agresor.

El exnovio, de etnia gitana, fue detenido el pasado mes de febrero en Monte Porreiro por supuestos malos tratos a esta mujer cuando estaba embarazada. Ambos residían en una caravana aparcada en plena calle. Desde entonces pesa sobre él la orden de alejamiento que supuestamente incumple.

Mayor vigilancia policial

La joven se queja de que la Policía no hace lo suficiente por ayudarla, y que la supuesta vigilancia a la que debería estar sometida, tras la orden de protección decretada, no se cumple. La joven, tiene desde el pasado febrero un teléfono proporcionado por la Policía, para cualquier urgencia o problema que pudiera tener. Sin embargo cree que no es suficiente, y que se siente muy desamparada ya que el supuesto agresor está en libertad.

Ya van dos veces en las que, según declara, se ha encontrado con su supuesto maltratador. La primera fue en carnavales, en el parque de la plaza de Barcelos, y la segunda, el pasado día 21 de este mes, cuando, según la denunciante, vio a su ex pareja en el interior de un vehículo, junto a otras personas, parado en el paso de peatones. que está delante de su casa. En las dos ocasiones, informa de que, lejos de abandonar el lugar, la intimidó con derrapes del coche, poniendo la música muy alta, y haciendo notar que estaba allí.

En ambos casos, la Policía se trasladó al lugar, pero cuando llegaron el supuesto agresor ya no se encontraba allí, ni en las zonas cercanas, por lo que no pudieron atraparlo y a falta de pruebas, al no poder demostrar que estaba allí, tampoco se pudo proceder a la detención del joven.

Según la denunciante, casi todos los días, familiares o amigos de su expareja se acercan a su nueva vivienda para hacer derrapes, montar escándalo o insultarla desde la calle hacia su casa, lo que provoca en ella mucho más miedo. "Tengo miedo por mí y por mi hija. Llevo sin salir de casa mucho tiempo para evitar verlo y que me hagan algo. No soy capaz de salir sola a la calle, ni de traerme a mis otros hijos a vivir aquí, por si les hacen algo" declara la denunciante.

Teléfono 016

El gobierno recuerda que existe un número de teléfono a disposición de las víctimas de violencia de género, el 016, que es totalmente anónimo y que además no aparece reflejado en las facturas telefónicas para garantizar la seguridad de las mujeres que lo utilizan.