Mientras espera a que el POSE decida si vuelve a subirse al barco del gobierno local con él, Luciano Sobra aprovecha para contestar los mensajes y felicitaciones que no cesan después de que los vecinos prolongasen su mandato cuatro años más, con lo que alcanzará dos décadas al frente del Consistorio y se convierte en uno de los veteranos de la provincia. Aunque aún no piensa en retiradas, planes no le faltan para cuando llegue porque además colaborar con la “organización (como llama al BNG) desde lo teórico”, espera montar su propio huerto en casa y “viajar por Europa en coche con la mujer, pero son ideas”.

-¿Cómo afronta este quinto mandato consecutivo?

-Con muchas ganas, las fuerzas muy renovadas y muchísimo ánimo. Tenemos un gran equipo para enfrentar los nuevos retos, y expectativas muy buenas, aunque algunas pueden tener un resultado mejor o peor en función de cómo evolucione la situación del país.

-¿Quiere decir que la crisis mermará sus planes?

-No, lo que pasa es que si la situación económica no cambiará las nuevas infraestructuras e inversiones pueden ralentizarse. Las que ya están cerradas con la Administración, como los puertos o el saneamiento, tienen un horizonte a 2013 y se van a llevar a cabo, pero las nuevas podrían verse comprometidas.

-¿Cuáles son los retos que se marca?

-En este mandato esperamos retomar el PXOM y concretar todas las actuaciones pendientes, algunas muy comprometidas ya como los puertos de Covelo y Raxó o la depuradora de Raxó. Estoy totalmente convencido de que en este mandato se van a hacer actuaciones en la PO-308. Y después quedan pequeñas cosas, que estaban en nuestro programa, como completar el saneamiento integral de la ría y los núcleos de población, que serán una realidad en los próximos cuatro años.

-Las mejoras en la PO-308 es lo que más piden los vecinos, ¿se verán comprometidas al no estar cerradas con la Xunta?

-No debería ser así porque entrarían en el plan MOVE 2011-2015. El conselleiro (Agustín Hernández) me dijo cuando firmamos el convenio de saneamiento de San Martiño (diciembre) que iba a haber algo para Poio dentro del plan, no concretó nada pero digo que algo se iba a hacer.

-¿Le queda mucho a este Poio para convertirse en el que se imagina?

-Estoy convencido de que a Poio le queda aún mucho recorrido, por eso en nuestra campaña decimos que no está acabado, ni mucho menos. Nuestro proyecto empezó con el inicio de la democracia, con un grupo de jóvenes que teníamos inquietudes para el Concello, y continuó con la responsabilidad de gobierno desde 1995. Tenemos que seguir creciendo y dotando de nuevos servicios al municipio. Si acertamos estos cuatro años, el proyecto tiene aún mucho recorrido.

-Cuando agote este nuevo mandato habrá cumplido 20 años como alcalde, ¿se marca una fecha para la retirada?

-No me marco fechas , no soy cínico ni hipócrita como los que lo hacen. En política estuve, estoy y estaré para contribuir a una forma de pensar porque entiendo que está para conseguir cosas y transformar la sociedad. Los plazos los van a dar los vecinos y la organización.

-Desde su veteranía, ¿qué piensa cuando ve a gente como Jorge Cubela llegar a la Alcaldía con poco más de 20 años?

-Cuando entré en la Corporación tenía 26 años. Me parece estupendo que la gente joven se involucre, es muy importante que la gente se implique en la política y en aportar cosas.

-¿Qué le anima a optar a la reelección cada cuatro años?

-Sobre todo el trato con los vecinos, que en general es exquisito, y ver que nuestro proyecto se va cumpliendo. También hay momentos malos, el peor fue el conflicto por las sentencias de las chabolas de O Vao pero siempre digo a los compañeros que las personas que se implican se pueden encontrar con problemas, el único que no se encontrará con ellos es el que se queda sentado en el sillón mirando por la ventana.