El juzgado de lo Penal Número 3 de Pontevedra acoge a partir de este lunes el juicio contra una de las redes de tráfico de hachís más activas detectadas en los últimos años en Pontevedra, ya que, según se recoge en el escrito de acusación del fiscal, la organización llegaba a mover una media de 200 kilos de esta droga a la semana entre un chalet de Campello-San Juan, en Alicante, y Pontevedra. Un transporte de hachís que supuestamente realizaban en furgonetas Mercedes preparadas con un doble fondo para ocultar la droga. El modelo de vehículo utilizado bautizó el operativo policial que permitió desmantelar la red en julio de 2006: "Operación Vaneo".

En total fueron detenidas nueve personas que ahora se sentarán en el banquillo de los acusados para responder por un presunto delito de tráfico de estupefacientes en su modalidad de sustancias que no causan grave daño para la salud. Se trata de Manuel V. M., de 61 años, quien –según el fiscal– se encargaba de dirigir todo el transporte del hachís desde Alicante a Pontevedra, así como de la entrega y recepción del dinero.

También están acusados José Antonio V. U., de 31 años; Juan José E. G., de 36 años; y Pablo L. R., de 32; los cuales, bajo las indicaciones de Manuel V. M., se ocuparían del transporte de la droga.

El supuesto contacto de la trama en Pontevedra era Francisco Luis M. O., conocido como "Fran", quien presuntamente se encargaba de recaudar el dinero de los adquirientes del hachís para comprar la droga. Asimismo, según el fiscal, recibía la "mercancía" en su domicilio de Raxó, en Poio, y posteriormente la entregaba a sus destinatarios. Según el escrito de acusación, "Fran" actuaba bajo las directrices de otra persona que lideraba la organización y que no pudo ser identificada hasta el momento. Al parecer, sí se pudo a saber que este procesado supuestamente realizaba una llamada perdida a su jefe a modo de señal para confirmar que el envío había sido recibido y el dinero estaba ya en manos de Manuel V.M.

El presunto lugarteniente de "Fran" en Pontevedra era un vecino de Xeve, Francisco Javier P. B., de 27 años; quien entregaba la droga a los compradores.

También se sentarán en el banquillo de los acusados Mustapha O., de 42 años, quien supuestamente custodiaba la droga y realizaba labores de vigilancia en el chalet de San Juan, Alicante; y Luis Eduardo B. G., de 34 años, el cual se habría encargado de alquilar el inmueble.

Cuatro años y medio

Para cada uno de estos ocho acusados, el fiscal Antidroga de Pontevedra, Marcelo de Azcárraga, solicita una pena de 4 años y medio de prisión. La petición de condena desciende a 4 años en el caso del último de los procesados, Aurelio C. V., de 25 años, al que conocían como "Verde" y que era uno de los supuestos compradores del hachís al poiense "Fran" y su lugarteniente, Francisco Javier. De hecho, según el escrito de acusación del Ministerio Público, entre el 22 y el 25 de mayo de 2006 los investigadores pudieron documentar tres entregas de estos dos a "Verde" de un total de 14 kilos de hachís.

Gracias a los seguimientos efectuados sobre estos individuos, prosigue el fiscal, se pudieron constatar dos entregas de hachís procedentes de Alicante y la correlativa recepción del dinero de su venta. Se habrían producido el 19 y el 24 de mayo, lo que da una idea de la periodicidad de los viajes entre la comunidad valenciana y Galicia. De hecho, en apenas tres semanas de investigación –un tiempo realmente escaso en una indagación por narcotráfico– el grupo Greco de la Policía Nacional estaba listo para interceptar el tercer envío de 200 kilos de hachís desde Alicante a Pontevedra previsto tan sólo para una semana después, el 3 de junio.