La Xunta de Persoal de los funcionarios de la administración autonómica ha denunciado problemas en el nuevo edificio de Campolongo. Entre otros, apuntan quejas tanto de funcionarios como de usuarios en lo que se refiere al pavimento, de difícil acceso en el exterior para las personas con movilidad reducida (por ser rugoso) y peligroso en el interior (por ser “deslizante”); así como unos paneles de turnos que carecen de señalización acústica, lo que obliga a los funcionarios a gritar el número desde los mostradores. También delatan los problemas que provocan unos ascensores “sin sincronización”, que en algunos casos han provocado hasta quince minutos de espera de los usuarios, según aseguran los portavoces de la Xunta de Persoal.

Otro problema es el derivado de las altas temperaturas que alcanza el ala sur, por los ventanales, y las “alergias” que causan algunos materiales.