La calidad urbana lograda en Pontevedra es, para la Asociación de Empresarios de la Mediana y Pequeña Empresa (Aempe), el origen de un "repunte" de la actividad comercial de la ciudad. Los patronos admiten que en los últimos meses ha caído el consumo, como consecuencia de la crisis global que atraviesa Europa, pero aseguran que se observa más "movimiento" de gente en las calles comerciales del centro urbano.

"Algunos clientes que habían dejado de venir a Pontevedra están retomando el hábito de pasear y comprar en la ciudad y cada vez más constatamos que vecinos de otras localidades eligen esta capital para pasar sus días libres", explicó José María Rodríguez, presidente de Aempe.

El colectivo empresarial afirma que durante los últimos años se había perdido un tipo de clientela que en la actualidad se está recuperando con creces, la de vecinos de otros municipios que eligen Pontevedra para pasear y comprar por unas calles acondicionadas para ello. En cuanto al descenso del consumo, se trata de una situación coyuntural "que se superará, como se superaron momentos peores que éste", apuntó Rodríguez.

La directiva del colectivo empresarial mantuvo ayer una reunión con el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, para preparar los actos de celebración del 30 aniversario de la agrupación, a la vez que analizar la situación de la pequeña y mediana empresa en el municipio. El regidor aseguró al término del encuentro que el apoyo al pequeño comercio y el empeño de lograr una ciudad "multisectorial" es un "eje fundamental" de la política del gobierno local.

Lores defendió que Pontevedra está "onde quere estar" en cuanto a la escasa implantación de grandes superficies comerciales en la capital, que tiene la menor ratio gallega de metro cuadrado de gran superficie por habitante. Algo que el gobierno local defiende en beneficio del comercio tradicional, que "xenera dinamismo, crea moito máis emprego que as grandes superficies e é un instrumento de cohesión social", argumentó el alcalde.

El regidor nacionalista expuso como contrapunto el ejemplo de otras ciudades en las que las grandes áreas ganaron la partida al pequeño comercio, provocando el abandono de los bajos comerciales y, en consecuencia, un escaso dinamismo social en calles y barrios que pierden "vida" a medida que cierran sus tiendas.

Por otra parte, el alcalde animó a los comerciantes a asociarse en colectivos profesionales, para potenciar el sector y hacerlo fuerte ante las multinacionales.