Un incendio arrasó ayer el inmueble que alberga el horno central de la panadería Acuña, ubicado en la avenida de Vigo, en el que se producen, de acuerdo con los datos facilitados por el propietario Manuel Acuña el 80% del pan y el 100% de los pasteles que se venden en los nueve establecimientos que tiene el negocio en Pontevedra.

El siniestro se produjo alrededor de las cinco de la tarde, cuando no había nadie en el interior del inmueble, y en apenas media hora un conato de incendio en un horno, en donde aparentemente surgió el fuego, arrasó la primera planta del edificio, que antaño albergó la vivienda de su propietario original y después un almacén, ya en desuso. El incendio hizo desaparecer la cubierta.

La intensa y negra humareda que se divisaba desde cualquier punto de la avenida de Vigo y desde más allá, así como las llamas que sobresalían de la cubierta del horno de Acuña, generó una gran expectación que se tradujo en la presencia en la zona de decenas y decenas de personas que siguieron con atención durante más de una hora los trabajos de los bomberos.

Fácil propagación

La estructura de madera del edificio, unido al hecho de que los hornos se alimentasen de gasóleo y la existencia de grandes cantidades de harinas y materias primas fácilmente inflamables favorecieron sin duda la propagación del fuego, según informó el cabo de la dotación de bomberos que se desplazó hasta el lugar, Vicente Ferrería, quien aprovechó la ocasión para añadir que el hecho de que la dotación de primera intervención esté integrada sólo cuatro efectivos (dos bomberos, un conductor y él mismo) había limitado la efectividad en el control del siniestro.

Agentes de la Policía Local colaboraron activamente con los bomberos de la ciudad, cortando el tráfico en la avenida de Vigo e impidiendo que los múltiples espectadores se acercasen a la zona, pero también desplazándose a buscar material y realizando tareas auxiliares en el interior del edificio.

Una actuación desde el interior a la par que otra desde la zona alta exterior permitió controlar las llamas en la medianera de la nave y evitar que el fuego alcanzase una vivienda anexa, en donde reside un empleado de la panadería y una segunda nave del inmueble que ardió.

Los peritos deberán ahora cuantificar los daños causados por el incendio, pero el cabo Ferrería enumeraba ayer que las llamas habían afectado directamente en la primera planta al tejado, la cubierta y la estructura de madera que la sostiene y en la planta baja a la maquinaria del horno. Pero además, añadía, todo el inmueble estaba afectado, pues "las partes que no han sido dañadas por el fuego lo han sido por las altas temperaturas y el humo".

Manuel Acuña puntualizaba, sin embargo ayer, que en apariencia los daños en la parte de fabricación habían sido "mínimos" y que confiaba en poder tener los hornos y el despacho de atención al publico de la avenida de Vigo a pleno rendimiento en pocos días, eso sí previo visto bueno de las autoridades sanitarias.

Atención garantizada

Además del horno central, Acuña dispone de otros dos hornos pequeños en sus despachos de las calles Colón y Michelena, lo que a todas luces es insuficiente para atender la totalidad de la demanda. Sin embargo Manuel Acuña explicaba ayer que esta demanda estará cubierta prácticamente al 100% en sus nueve establecimientos gracias a la colaboración de otros industriales del sector que aportarán la mercancía necesaria para ayudar a su compañero en esta tesitura.

Una fuga de gasóleo se baraja como origen del siniestro

Policía científica y peritos deberán determinar en los próximos días las causas que desencadenaron el incendio que destruyó el horno central de la panadería Acuña. Ayer el propietario del negocio, la Policía Local y los bomberos barajaban como hipótesis más plausible la avería de un manguito y una subsiguiente fuga de gasóleo, combustible que alimentaba la maquinaria y que habría facilitado la ignición.

En cualquier caso las tres partes recalcaban que será una investigación posterior la que tendrá que determinar con exactitud lo sucedido.

Los bomberos, por su parte, descartaban por completo la posibilidad de que un cortocircuito estuviese detrás del incendio.