Los alcaldes de los concellos de Padrenda, Pontedeva y Cortegada mantuvieron una reunión motivada por el descontento que les causa que la frontera histórica con Portugal, entre las localidades de Pontebarxas y Sao Gregorio, no se vaya a abrir, mientras que los demás pasos fronterizos próximos a estos municipios, como son los de Arbo o Salvaterra, abrirá en los próximos días. Consideran una discriminación respecto a los demás puestos por lo que se han dirigido a la Subdelegación del Gobierno en busca de una solución.

Estos alcaldes aseguran que "acusamos un importante perjuicio económico, toda vez que numerosos trabajadores portugueses que se trasladan para llevar a cabo sus actividades en estos ayuntamientos deben recorrer más de 50 kilómetros, cuando en realidad están situados a no más de 15, perjudicando con ello a las empresas del polígono empresarial de Pontedeva y al sector comercial de Cortegada y Padrenda, a donde nuestros vecinos portugueses acuden a realizar compras".

Por ello se dirigieron a la Subdelegación del Gobierno en Ourense para que sea tomada en cuenta su demanda y "solucione este hecho, desde nuestro punto de vista, incongruente, teniendo en cuenta que por ejemplo el puesto de Arbo será abierto y esta localidad está a sólo 28 kilómetros de Cortegada y, por supuesto, la situación epidemiológica y posibilidad de contagio es la misma en ambas fronteras". Dicen se trata de la primera frontera histórica con Portugal, junto con Tuy, ambas del siglo pasado. Piden la apertura de todos los pasos fronterizos.

Precisamente también desde Padrenda la Asociación de Vecinos de Desteriz, su presidente, José Rodríguez Sousa, manifiesta su descontento con que a la provincia de Ourense no se le conceda "el mismo trato" que a la de Pontevedra, y se anuncie la apertura de tres fronteras en esta última y en Ourense solo se abrió días atrás la de Calvos de Randín y solo dos días a la semana unas pocas horas. Pide que se reabran la de Pontebarxas y las demás, todas por igual. Explica, por ejemplo, que la frontera de Arbo está en el concello de Melgaço, al igual que la de Pontebarxas, por lo que no entiende que se abra una y la otra no. Advierte que los vecinos están dispuestos a manifestarse de ser necesario.

El Concello de Baltar también lleva desde abril reclamando la apertura de su frontera, y su alcalde se siente indignado por esta discriminación.