El confinamiento estricto limitó al domicilio las posibilidades de hacer ejercicio. La fase 0, que comenzó el 2 de mayo, relajó la reclusión permitiendo a los adultos pasear y hacer deporte en franjas que aún se mantienen en los municipios grandes. La fase 1 de la desescalada conllevó la vuelta a la actividad de los centros de entrenamiento y gimnasios, siempre que la atención fuera individualizada -un formador y un usuario- y con cita previa. La fase 2 permite desde mañana a los centros deportivos cubiertos utilizar el 30% de aforo, aún con cita previa, ya con vestuarios pero sin descuidar las medidas de seguridad e higiene, que han venido para quedarse mientras la amenaza del virus siga presente.

Luzía Piñero, graduada en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, y Manu Míguez, técnico deportivo en boxeo, son los responsables del centro de entrenamiento Turbo, ubicado en la Plaza de las Mercedes. El lunes día 11, en el inicio de la fase 1, reabrieron las instalaciones adoptando garantías sanitarias, con un entrenador por alumno y limpieza intensiva de la sala y los materiales.

"Los alumnos, que no se cruzan en ningún momento, esperan a que el entrenador los reciba en la puerta. Se hace una desinfección de los zapatos y las manos, y se les mide la temperatura. Venían ya cambiados, porque en la fase 1 no se ha podido utilizar vestuarios, entrenan con un calzado diferente y traen la toalla de casa. Los entrenadores usamos pantalla y lo bueno es que en nuestra sala, de 100 metros cuadrados, la distancia de seguridad es muy amplia. En todo caso, después de cada entrenamiento se pulveriza toda la sala, tanto el material utilizado como el que no, para que esté en perfectas condiciones para el siguiente alumno", describe Luzía Piñero, que tiene más de 8.400 seguidores en su perfil de Instagram (@luzia_fitsonrisa).

Las redes sociales ayudaron a mantener el hilo de la actividad física durante el confinamiento. "Todos los días subimos un entrenamiento en directo y además hicimos asesoramiento en nutrición para que la programación individualizada continuase en casa. En la vuelta nos hemos encontrado con la grata sorpresa de que la gente tiene muchas ganas y buenas sensaciones, tanto anímicas como físicas".

Luzía destaca que "contar con una buena condición física favorece la protección frente a la Covid, que ataca más a personas con obesidad y sedentarismo". A aquellos que no hayan hecho actividad física durante el largo confinamiento, esta especialista recomienda "confiar en un profesional para el asesoramiento del entrenamiento, para evitar lesiones y como guía en el camino".

Turbo ofrece un entrenamiento personalizado y deportes de combate. Estas últimas clases "las retomamos el 1 de junio [en la segunda semana de la fase 2], en grupo reducido. La norma nos indica 4 metros cuadrados por persona y nosotros hemos decidido mantener 9, para garantizar un buen servicio y la mayor seguridad para nuestros alumnos".