Poca gente puede presumir de cumplir 100 años. A esa edad, lo más probable es que se encuentre uno en pleno achaque. Es el caso de María López, a la que la centena le ha llegado ingresada en el hospital de Piñor (Ourense). Sin embargo, eso no ha sido impedimento para festejar una cita más que especial.

María se encontraba en una residencia de mayores, en la de San Carlos de Celanova, pero un problema de cadera la ha obligado a dejar el centro y ahora se encuentra en Piñor, donde lleva cuatro días y se recupera favorablemente. Justo le ha coincidido este infortunio con sus cien velas, por lo que los sanitarios le han dedicado una celebración a la altura.

Además de un ramo de flores, una tarta, una tarjeta de aniversario y un baile, le han regalado los sonidos en directo de un gaiteiro -un informático del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO)-. Por si fuera poco, la guinda final se la puso un vídeo de su única hija, que vive en Canadá junto a sus dos nietos.