Ourense registró ayer su primera muerte por coronavirus. Fue a media tarde cuando las autoridades sanitarias certificaban el fallecimiento de la octava víctima de Galicia por la pandemia. Una mujer de 93 años que ingresó en el mismo día de ayer en el Complejo Hospitalario de Ourense con síntomas de fiebre y tos y que fue el primer caso positivo detectado en una residencia de mayores de la provincia, en concreto en la Residencia Carlos III de Celanova.

En el día de ayer también ingresaron otras tres personas que dieron positivo por coronavirus, que son residentes del mismo centro de la tercera edad y que están ingresadas en planta debido a la vulnerabilidad que presentan ante el virus.

Además, tras conocer la detección del positivo, el personal de la misma residencia de mayores también está en cuarentena, pendiente de los resultados que se obtengan del Centro Mibrobiológico del hospital ourensano para saber si son nuevos positivos o no. El primer positivo pone en jaque al personal al cuidado de los mayores, pero también a otros posibles contagios.

Así pues, las pruebas exprés -sin bajarse del coche- están desvelando más casos en plena curva de detecciones de positivos. La provincia registró ayer el pico más fuerte de contagiados detectados después del segundo día de test rápidos donde alcanzó 17 nuevos casos en un día, cinco más que los 12 del día anterior -que fue el primer día de funcionamiento de las pruebas exprés.

Limitación de material

La gerencia del Área Sanitaria de Ourense, Verín y el Barco de Valedoras remitió a los representantes y colectivos de los profesionales sanitarios unas instrucciones de obligado cumplimiento en relación a la utilización de las mascarillas en los distintos servicios e instalaciones sanitarias de la provincia.

En general, narra una serie de indicaciones -o limitaciones- para el uso de las mascarillas por parte de los profesionales sanitarios. En particular, especifica que las mascarillas quirúrgicas solamente se podrán utilizar durante el contacto con pacientes que presenten sintomatología respiratoria -con diagnóstico positivo en coronavirus o no- y en las indicaciones habituales como uso quirúrgico, situaciones de parto, procedimientos invadidos y aislamiento por gotas en enfermedades como gripe y etcétera.

Además define también el uso de las mascarillas FFP2 -un modelo de mejor calidad que las quirúrgicas- que solamente se podrán utilizar en la realización de técnicas o procedimientos diagnóstico-terapéuticos que generen aerosoles, durante el contacto con probables o casos confirmados de coronavirus a menos de dos metros siempre que exista disponibilidad de las mismas y en indicaciones habituales como aislamiento habitual de transmisión aérea como la tuberculosis y otras situaciones similares.

El comunicado firmado por el gerente del área, Félix Rubial, enfatiza en la necesidad de la racionalización del material sanitario y en concreto de las mascarillas la indicación de no utilizarlas cuando "no implique contacto directo con los pacientes que no formen parte de las indicaciones mencionadas, ni en desplazamientos por el centro y las áreas generales".

La decisión de optar estas medidas es por la limitación de las existencias y la no disponibilidad de mascarillas existentes en el mercado, por ello "se insta al correcto uso de las mismas, apelando a la responsabilidad profesional y moral de todos los profesionales".

Los profesionales sanitarios de diferentes áreas y servicios del Complejo Hospitalario de Ourense recibieron la comunicación de las diferentes indicaciones para el uso de mascarillas el jueves y ayer se mostraban molestos con la decisión de la gerencia por limitar el uso.

Una de las enfermeras explicaba que "no es normal que limiten el uso de las mascarillas en los diferentes servicios, porque se está viendo que con síntomas leves o asintomáticos también son transmisores del virus, por lo que no tiene mucho sentidos limitar el uso del material, cuando por un lado pueden entrar personas por diferentes patologías a la del coronavirus que son, o mejor dicho, pueden ser transmisores ocultos".

Una postura ratificada por la Comisión de Centro del CHUO donde se ve "un mal futuro para los sanitarios. No somos héroes , ni tenemos vocación de mártires. Somos profesionales con un alto compromiso con la sociedad y a las pruebas nos remitimos. No queremos aplausos o ovaciones por las ventanas, ni canciones o coplas. Lo que queremos es material para trabajar en condiciones correctas. No podemos utilizar como argumento la centralización de compras en Madrid".