La literatura infantil está plagada de niños valientes y aventureros y de niñas delicadas que quieren ser princesas. Pero también, y cada vez más, hay cuentos libres de sexismo que ponen en cuestión modelos que se daban por hechos.
Romper para siempre con los estereotipos de género es el propósito del primer libro infantil ilustrado por la igualdad de género hecho en Ourense y creado por mujeres ourensanas que ya ha pasado por las manos de alumnos de Infantil y Primaria de cien centros educativos de toda la provincia.
El proyecto lo impulsa la ONG valoReSC, una organización centrada en la innovación social y educativa que busca con esta iniciativa despertar en los más pequeños una actitud reflexiva y crítica sobre los roles de género. El cuento, escrito por Josefina Martínez e ilustrado por Isabell Seidel, se titula "Lámpada e corazón" y está protagonizado por un robot que vive en la ciudad termal "máis bonita do mundo", Ourense, y que es capaz de sentir y transmitir valores.
La familia con la que convive, presenta a dos hermanos, Alma y Leo, que reflexionan sobre los estereotipos y se cuestionan si realmente quieren ser lo que la sociedad espera de ellos a partir de las etiquetas rosa y azul que les impusieron al nacer.
Sus reflexiones se entrelazan con la historia del robot y un fondo que plantea la necesidad de una juventud con conocimiento y valores, que piense y sea crítica.
A Alma, por ejemplo, no le interesa en absoluto ser una princesa, lo que quiere es ser científica, pero no cobrar menos que los hombres: "Eu quero ter voz propia, ter ideas, emprender, comprender, soñar...", dice. Su hermano Leo no es valiente como el león y admite que a veces está triste y quiere llorar. Juega a diseñar nuevos estilismos para sus muñecas y le encanta cocinar y colaborar con sus padres en las tareas de la casa sin por eso ser "un mandiletas".
El libro se convierte en este punto en una herramienta con la que el profesorado y las familias en casa pueden abrir el debate sobre la igualdad, los estereotipos de género y la diversidad, ya que en la familia también hay un menor adoptado. Como refuerzo para trabajar sobre todo esto en los centros educativos, el proyecto incluye una colección de chapas "para educar" con mensajes alusivos como "Chorar non é de nenazas, é que teño corazón".
Stella Estrada es una de las voluntarias de la ONG y colabora dando difusión a la iniciativa con presentaciones en los centros escolares. Recientemente llevó esta historia de robots y estereotipos al CEIP Carlos Casares de Xinzo, donde el proyecto contó también con el apoyo de la Fundación Carlos Casares. "El material se repartió en todos los colegios de Ourense y en varias localidades de la provincia porque uno de los objetivos es llevar esto tipo de proyectos de innovación educativa al rural", explica. La acogida, señala, está siendo muy buena porque, como se pretende, "los niños y niñas hacen preguntas y comentarios muy oportunos".
Para poner esta iniciativa en marcha, el movimiento asociativo de mujeres de valoReSC ha contado con financiación de la Secretaría Xeral de Igualdade de la Xunta, el Gobierno de España.
