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Julián Pardinas: "En la violencia de género falla la educación, la base; hay que incidir desde la infancia"

"Hay víctimas y agresores de todas las edades y estratos sociales"

El fiscal Julián Pardinas en su despacho. // Iñaki Osorio

Julián Pardinas Sanz (Ourense, 1953) es el fiscal delegado contra la violencia de género en la provincia. Ejerce desde 1981 y es el responsable de la lucha contra esta lacra desde hace dos décadas (en 1998 lo nombraron delegado contra la violencia familiar y, desde 2001, es el fiscal contra la violencia de género). En 2017 recibió el premio Clara Campoamor por su "implicación diaria con las mujeres víctimas de violencia, siendo reconocido por su humanidad, servicio implicado y sensibilidad". Además ha sido distinguido con la Cruz Raimundo de Peñafort y con la Cruz del Mérito de la Guardia Civil.

- Cincuenta mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de 2019. Un total de 1.026 desde que el 1 de enero de 2003 se empezó a registrar la cifra. ¿Qué falta para poder atajar esta lacra?

- Desde el momento en el que hay una mujer muerta algo está fallando y yo creo que falla la educación, la base fundamentalmente. Hay que incidir desde la infancia.

- La fiscal de sala, Pilar Martín Nájera, máxima responsable en España contra la violencia machista, dijo en una entrevista que hay más concienciación social para salir a la calle y manifestarse que para denunciar.

- Las estadísticas ponen de manifiesto que muchas de las personas asesinadas no habían presentado denuncia. Hay quien considera que lo que ocurre en la casa del vecino no es quien para meterse y no denuncia, pero también hay que poner de manifiesto que, concretamente, aquí en Ourense tuvimos alguna colaboración importante en ese sentido, de gente de la calle que intervino ante alguna agresión, testigos que la presenciaron y fueron los primeros en acudir en ayuda y esperar a la policía. Hemos tenido sentencias condenatorias incluso con la oposición de la propia víctima, gracias a la intervención de terceros, testigos directos de la agresión que ponen de manifiesto qué ha sucedido y cuya declaración vale para una condena. Ha pasado por lo menos en dos ocasiones en este último año.

- ¿En sus dos décadas de experiencia qué cambios destacaría?

- La sociedad ha cambiado muchísimo. Hasta hace no muchos años la mujer era como una menor de edad a todos los efectos: no podía contratar o necesitaba autorización marital para comprar y vender. Cuando era estudiante de Derecho había dos delitos que suenan a broma: el adulterio y el amancebamiento. En violencia de género ha aumentado la concienciación en todas las capas sociales, en la propia administración de justicia, las fuerzas de seguridad, las trabajadores sociales y los forenses. Las campañas educativas y de sensibilización social han logrado un cambio notorio. Pese a que desgraciadamente sigue habiendo bastantes muertes por violencia de género, creo que se ha hecho una gran labor y se han salvado muchas vidas, fundamentalmente a través de medidas cautelares, sobre todo órdenes de alejamiento. Tengo el firme convencimiento de que entre todos hemos salvado bastantes vidas.

- La Marcha Mundial das Mulleres denuncia que hay "violencia judicial e institucional" y considera que la justicia es "machista".

- No deja de ser una opinión. Las personas que participamos en la administración de justicia, hombres y mujeres, estamos concienciados. La justicia no debe tener adjetivos. Si es justicia, es justicia con mayúsculas, ni patriarcal ni matriarcal.

- El comisario de Policía de Ourense definió la violencia de género como "un nuevo terrorismo".

- La cifra de muertes por violencia de género es ciertamente importante, equiparable a la que en su momento sufrimos con el terrorismo. Pero en aquella época, desgraciadamente, también había muertes por violencia de género. No es que unas hayan sustituido a las otras sino que, por fortuna, la sociedad y las fuerzas de seguridad acabaron con el terrorismo.

- ¿Cuál es el delito más frecuente de los de violencia de género?

- Los malos tratos simples, del artículo 153 del Código Penal, las amenazas leves, del 171, así como los malos tratos habituales, del artículo 173. El delito de quebrantamiento de condena o de medida cautelar, del 468, también es importante. Pero la experiencia pone de manifiesto que el que quebranta una vez no suele hacerlo nunca más, porque en el momento en el que ingresa en prisión tras quebrantar no le quedan ganas.

- En una ciudad como Ourense el control de los alejamientos con pulsera telemática resulta difícil por las distancias cortas.

- El sistema de control tiene un radio idóneo a partir de 500 metros y en Ourense se da en muchos sitios. Aquí y en provincias pequeñas es difícil controlar mediante este sistema porque saltan las alarmas con mucha más frecuencia de la deseable. En cualquier caso es un sistema que utilizamos porque es muy eficaz.

- ¿Cómo calificaría el funcionamiento del sistema VioGén?

- Entiendo que funciona correctamente, sobre todo por la apreciación directa que hacen las fuerzas de seguridad del Estado. El agente encargado del seguimiento de una víctima es el que conoce mejor que nadie su situación y, en consecuencia, puede hacer correcciones y graduar la valoración del riesgo.

- Hubo polémica y una posterior rectificación del alcalde tras amagar con retirar a la Policía Local de dicho engranaje de protección.

- Todos los medios que haya son pocos y cuantos más mejor. Yo, como encargado contra la violencia de género, ojalá que la Policía Local siga participando y tengamos más medios.

- Instrucción 3 tiene competencias en violencia sobre la mujer pero no es un juzgado exclusivo, pese a ser el más colapsado de Galicia entre aquellos tribunales que no lo son.

- Indudablemente es un juzgado con una carga de trabajo enorme, al llevar no solo asuntos de violencia de género sino de todo tipo. Solo está liberado de querellas, que a nivel provincial pueden ser unas 40 o 50 al año. Instrucción 3 tiene un volumen de trabajo muy importante, sobre todo pensando en el tiempo que debe dedicar la titular a órdenes de protección. Como mínimo hay una diaria y supone dedicar una o dos horas para atender a la víctima, al agresor y a los testigos, así como a adoptar las medidas cautelares precisas. El don de la ubicuidad no lo tiene y lo ideal sería que fuera un juzgado dedicado exclusivamente a la materia. Habría que buscar la manera de que el juzgado no esté tan colapsado.

- ¿Hay un perfil de víctima y agresor?

- Me resulta muy difícil. Existen en todos los estratos de la sociedad y en todo tipo de edades.

- VOX equipara la violencia machista con una violencia cualquiera. ¿Qué opinión le merece?

- No entro en valoraciones partidistas. Yo comparto el criterio del Tribunal Constitucional, establecido en 2008, en el que determinó que la discriminación positiva en el Código Penal en favor de las mujeres no supone atisbo de inconstitucionalidad. Cada cual que haga sus valoraciones, yo comparto ese criterio.

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