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Una fiesta intergeneracional

Un centenar de personas celebraron el magosto en Cruz Roja Ourense con trabajadores y escolares del CIFP Portovello

Asistentes al magosto que se celebró en las instalaciones de Cruz Roja. // Iñaki Osorio

Rosa Lorenzo es ajena a toda la fiesta que tenía organizada ayer Cruz Roja en las instalaciones ourensanas. La alaricana coloreaba concentrada con tonos verdes y amarillos en la sala de estar del centro de día, mientras dos trabajadoras disponían cubiertos y cubrían con manteles de papel las mesas para la celebración del magosto.

Rosa estaba vigilada y pintaba en silencio, mientras los demás usuarios y asistentes se repartían en dos salas. En la primer un grupo de escolares del CIFP Portovello animaban a jugar a un colectivo de personas mayores que tímidamente lanzaban discos para darle a la llave o para recoger un pedazo de madera con un hilo a su alrededor. Una alumna preguntó: "¿Qué tal ha ido el juego Antonia?". Y la mujer contestó: "Pues mal, no lo viste, no metí ni una, pero bueno me quedé cerca". Tras la respuesta, en el segundo intento la llave se doblegó a la intención de la mujer dando dos veces de canto.

Alumnas y alumnos del CIFP Portovello se involucraron por parejas o tríos en los juegos populares en los momentos previos a la celebración del tradicional magosto de la Cruz Roja en Ourense. En las dos salas estaban personas mayores del centro de día y de los proyectos de teleasistencias, atención a personas cuidadoras, salud constante y personas con funciones cognitivas deterioradas.

Pero además, diferentes niños y niñas en riesgo de exclusión social se atrevieron con los juegos populares gallegos lanzando discos, afinando su puntería y estimulando la motricidad desde la diversión. Al "magosto vermello" también asistieron los participantes de las clases de español para personas inmigrantes, porque uno de los objetivos es, según la propia institución, "conocer aspectos culturales propios de nuestra comunidad".

Los juegos populares se alargaban mientras el colectivo de Cruz Roja realizaba los preparativos de la convivencia gastronómica. El chocolate (bien caliente) para paliar las bajas temperaturas, las castañas en su punto, los bocadillos de chorizo, la empanada y refrescos varios así como bebidas naturales estaban listas sobre las mesas.

El centenar de personas convocado fue descendiendo de los pisos superiores paulatinamente y por diferentes turnos. Dispusieron reglamentariamente por orden de llegada de las sillas habilitadas y esperaron a que una de las trabajadoras diese la señal para que empezara oficialmente el "magosto vermello". Las diferentes actividades previas al propio magosto sirvieron para demostrar la estimulación que experimentan las personas mayores en el trato directo con las personas más jóvenes. Pero no solo eso. Otras con diferentes circunstancias personales se rieron y se divirtieron en un ambiente festivo.

Adriana y Sara, dos escolares del CIFP Portovello, animaban a lanzar unos aros elaborados con cuerdas para afinar la puntería y se acercaban a hablar para conocer las diferentes historias de vida de los asistentes al magosto. Lo mismo hacían los otros compañeros mientras degustaban los productos típicos de Galicia en un ambiente festivo.

Rafaela Carrá y la música celta pusieron los primeros acordes a la convivencia gastronómica donde el intercambio de experiencias, comentarios e historias fue la tónica dominante de un ambiente festivo al que todavía le quedaba una sorpresa por saborear.

El centenar de asistentes terminaron de degustar los diferentes productos típicos y se sentaron para disfrutar de un evento de ocio. El colectivo juvenil de PINEO de Cruz Roja, un grupo de participación juvenil, realizó un espectáculo que sorprendió a todos, ya que era "sorpresa".

Los valores educativos, sociales y saludables se intercambiaron entre generaciones diferentes con un tacto humano y un contacto directo que revitaliza los sentimientos y estimula la actividad física. El magosto "vermello" fue una fiesta no solo por la convivencia gastronómica, si no por todo un programa cargado de juegos como la rana, los zancos, las argolas y las zocas entre otros. A las 19,30 se apagó la hoguera festiva y los recuerdos ya forman parte de todos. Como cada año, el magosto "rojo" es una fiesta.

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