En vísperas de Fieles Difuntos a Manuel Mosquera se le acumula el trabajo. Su firma, Parafuneraria, es la única en Galicia que, entre otros servicios de apoyo al trabajo que hacen las funerarias, se ocupa de algo a lo que hasta ahora se entregaban con devoción madres y abuelas: dejar como una patena lápidas y panteones, todo el año y en especial en vísperas de la visita anual visita en estas jornadas de e memoria a los muertos. Ahora el servicio está pasando a manos privadas, y la empresa de Manuel se dedica a atender mediante contrato con las familias, el estado de la sepulturas o nichos, los adornos florales y el buen estado de las lápidas durante todo el año.
"Tenemos contratado el cuidado de más 300 panteones en la provincia, la mayoría en los tres cementerios de la ciudad, y más de la mitad de los mismos en el de San Francisco", explica Mosquera. Ayer Fernando, uno de los operarios, se afanaba precisamente en retirar las hojas secas y dar los últimos retoques en los panteones cuyo mantenimiento tienen encomendados, para que en la jornada de visitas que empieza mañana, todo quede al gusto de las familias.
"Decidí abrir otros polos de negocio y nos dimos cuenta que muchas personas son mayores y no tienen salud para tener en condiciones los panteones de sus familiares, o viven en otras ciudades o países y quieren, sin embargo, tener en buen estado el lugar donde descansan sus familiares fallecidos y que no le falten flores; nosotros hacemos con el contrato anual hasta 52 visitas al año a cada sepultura indica". No hay familia que vaya tanto al cementerio.
La razón es que "si tienes todo a punto, semanalmente, es como casa, el panteón no acumula la suciedad de aves, hojas o musgo y mantenerlo bien es más fácil", indica. Todo ello "por 71,50 euros al año, y aún hay quien se queja", bromea el empresario.
Claro que estos días "estamos a tope porque muchos nos contratan para hacer una limpieza solo en vísperas de Fieles Difuntos, explica.
