Envuelto todavía en la polémica por la supresión de las ayudas directas a festivales como el Pórtico del Paraíso y el FITO, el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, anunció ayer un "enfoque totalmente distinto" en el apoyo que el Concello presta al comercio local. El nuevo planteamiento pasa por eliminar las aportaciones económicas que recibía el sector y sustituir cuantías consolidadas por acciones específicas que se gestionarán directamente desde la administración local en colaboración con las asociaciones implicadas.
El plan estratégico de subvenciones aprobado por el Concello de Ourense para el período 2018-2020 recoge una suma anual de 49.000 euros destinados al apoyo y promoción del comercio local que se reparten entre las diferentes asociaciones y colectivos que representan a los empresarios y emprendedores del pequeño comercio. La Federación de Comercio tiene reconocidos 15.000 euros, las asociaciones de Artesanos, Centro Comercial Abierto, O Couto y Ourense Norte, seis mil euros cada uno, y existe otra partida de 10.000 euros para otras asociaciones que fomenten y potencien el comercio local.
El nuevo enfoque anunciado ayer por el alcalde tras reunirse con miembros de la directiva de la Federación de Comercio pasa por mantener la defensa del sector pero asumiendo desde el consistorio la gestión de las medidas.
Esto significa trabajar codo con codo con las asociaciones de comerciantes y pequeños empresarios, precisan desde el Concello, escuchando sus propuestas, estableciendo prioridades y diseñando un plan que sirva de impulso definitivo a un sector que, reconoce el alcalde, pasa por un momento "terriblemente delicado".
El regidor sostiene que lo que hasta ahora recibía el comercio vía convenios eran "medidas paliativas y poco más", insuficientes para librar "una guerra tan difícil" como la que afronta este sector en pleno siglo XXI, compitiendo con grandes superficies y plataformas de venta on-line.
Como alternativa, Jácome anuncia "tácticas muy distintas" que se perfilarán en un plan de choque que dará a conocer en próximos días. Lo único que ha querido avanzar el alcalde por ahora es que la ayuda a este sector "la haremos en acciones más que en dinero, y que pueden ser más rentables para los ourensanos". Este jueves se celebrará la primera reunión de trabajo entre la nueva edila de Comercio, María Dibuja, y la directiva de la Federación. Su presidenta, Beatriz Gómez, se muestra "optimista" pero a la vez cautelosa ante esta nueva vuelta de tuerca en la relación del comercio con la administración local: "El proyecto más importante es que esta ciudad empiece a levantarse y que el comercio de proximidad se ilusione, porque en estos momentos el pequeño comerciante está muy desmotivado", señala.
La falta de estímulo tiene que ver con la situación que vive actualmente el comercio local que, en términos estadísticos, maneja cifras de casi un cierre de media cada dos días. "Hay muchos elementos que frenan el desarrollo económico del comercio en Ourense", explica la presidenta de la Federación: la ausencia de un transporte metropolitano, elevadas tasas municipales, largos procesos para obtener licencias de reforma o apertura y excesiva burocracia, detalla Gómez, que demanda también más seguridad, mejor iluminación y más limpieza. Otro de sus frentes es la venta ilegal en la calle Paseo a través del 'top manta'. Asegura que han presentado escritos en el Concello y Subdelegación del Gobierno pero la situación persiste: "No se puede admitir que nosotros estemos pagando impuestos y unos alquileres elevadísimos, y tener a estas personas que venden falsificaciones y productos sin control sanitario alguno".
El alcalde les anunció ayer que la partida pendiente de cobrar correspondiente a 2018 se va a liberar, lo cual ofrece un respiro a la Federación que también percibe ayudas de la Diputación y la Xunta. "Respecto a proyectos futuros hay diferentes puntos de vista pero esto puede ser enriquecedor", señala respecto a la eliminación de la partida económica a cambio de una gestión directa de acciones que impulsará el Concello con su colaboración. "De momento somos optimistas porque no han dicho que no, sino que apoyarán de distinta manera", precisa la presidenta. En todo caso, reitera su cautela porque, asegura, "estamos cansados de perder el tiempo; los políticos se enganchan al comercio en campaña electoral porque queda muy bien, pero siempre es lo mismo, muchas palabras y pocos hechos. Es hora de empezar a trabajar", porque, recuerda, el comercio local es un "pilar muy importante" en la actividad económica de la ciudad, "un sector que genera empleo, que da luz y dinamismo a las calles".
