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La "little Venezuela" que late en Ourense

La población venezolana suma unos 15.000 miembros repartidos por toda la provincia

Edwin en su librería y agencia de envíos a Venezuela. //Brais Lorenzo

"Los venezolanos no vendrán a tomar el fresco a mi terraza hasta que caiga la tarde; este calor de Ourense está siendo insoportable hasta para ellos", explicaba Herminda Sanz. Su cafetería, La Solaina en A Valenzá (Barbadás), desierta ayer en horas de canícula, es un amplio velador ubicado estratégicamente para buscar el sol en el invierno, y de cuyos fogones salen hermanados, a ritmo de merengue caribeño, los aromas de la cocina española y la criolla.

Arepas o tequeños de allá, con guisos y tortilla de patatas de acá. Ribeiro y ron; flan y canela. "Yo nací en Galicia, soy hija de gallegos, y por tanto me llaman emigrante retornada, aunque marché siendo niña y viví 40 años en Venezuela, de donde nunca hubiera salido, de no ser por la inseguridad de aquel país", confiesa.

Herminda, con doble acento y nacionalidad, es una de las gallegas-venezolanas afincadas en Barbadás, un concello cuyo imparable auge demográfico (más de 11.000 vecinos censados), por su proximidad a Ourense, le ha dado el apodo entre la colectividad sudamericana de "little Venezuela", por la gran cantidad de venezolanos que allí residen. Los dos camareros de La Solaina,Gabriela y Daniel, son también venezolanos. Hijos o nietos de gallegos, pero venezolanos de nacimiento y corazón que como casi todos, no cesan de emprender y trabajar, sin dejar de mirar por el retrovisor a esperar que un cambio político les permita tomar el camino de vuelta a su país.

"Le llamamos a Barbadás la little Venezuela", porque aunque hay colonias importantes de venezolanos que se asentaron en O Carballiño o Celanova, entre otros municipios, el porcentaje en Barbadás está creciendo",explica el presidente de Asociación Ourensana Venezolana Alma Llanera. La oficina que esta asociación regenta en la ciudad es el consulado más activo de asesoramiento y ayuda a los que llegan. A veces con lo puesto.

El alcalde de Barbadás, Xosé Carlos Valcárcel reconoce que no ha echado cuenta del porcentaje de venezolanos residentes. "Barbadás es tierra de acogida de muchas personas y etnias; se acoge a todos por igual sin preguntar de donde vienen; les damos servicios y una política social activa, y la vivienda es más económica", indica.

Un pueblo emprendedor

El presidente de Alma Llanera es también, como la gran mayoría de sus compatriotas, exiliados o gallegos retornados, un ejemplo de espíritu emprendedor. Todos acaban montando su negocio, en la hostelería, lavado de coches, librerías, tienda de costura. "Tenemos un gran problema que es la lentitud en la homologación de títulos académicos, pese a que la mayoría de la gente es médico, arquitecto, vienen formados". Ahora está ultimando la primera asociación de empresarios venezolanos en Galicia.

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