Una mujer acusada de blanqueo de capitales fue juzgada ayer y se enfrenta a una petición de condena de año y medio de prisión más una multa de 10.000 euros. Ella defiende su inocencia y asegura que fue estafada y fue víctima de un "phishing", una apropiación fraudulenta de sus datos.

Según la Fiscalía, el 17 de octubre de 2017 abrió una cuenta en la que le ingresaron 8.777 euros, un dinero que envió en tres cantidades a Ucrania. La encausada argumenta en su defensa que ella misma denunció los hechos cuando el banco bloqueó la cuenta. El ministerio público sostiene que su intención era obtener un beneficio patrimonial ilícito y que actuó siguiendo instrucciones telefónicas, con la excusa de un supuesto contrato remitido por internet en el que una empresa le ofrecía 1.350 euros al mes.