El invierno "de facto" ha llegado a Ourense coincidiendo con el remate de 2018, y lo ha hecho cosechando las temperaturas más bajas de Galicia y alguna de las más gélidas de la península, que fue la que registró a las ocho de la mañana de ayer el municipio de Calvos de Randín, donde se alcanzaron los 8,3 grados negativos.

Ese mapa del frío que estos días deja de lado los picos de montaña,para asentarse en poblaciones por debajo de los 900 metros, también se ha cebado con zonas de planicie como Verín-Vilela, donde los termómetros marcaron mínimas de -6º grados ayer, al igual que en Xinzo de Limia. También en Baltar se alcanzaban temperaturas de -4,4 grados. Todos estos municipios de Ourense situados en la franja sur de la provincia encabezaron el "top" del frío en Galicia junto con Mouriscade, en Lalín, en la provincia de Pontevedra, que bajó hasta los -4,6 grados.

Pero en esa bipolaridad habitual que registran los termómetros en la provincia de Ourense, con oscilaciones térmicas que pueden ser de hasta 27 grados de diferencia en una misma jornada, Calvos de Randín fue la cara y la cruz, pues mientras a las ocho de la mañana este concello "catedrático" del frío registraba la mínima de -8,3 grados, unas horas después, a las tres de la tarde, se coronaba en el podio de las temperaturas más altas de Galicia, 16,2 grados, junto con Entrimo. Todo un tobogán meteorológico el de las tierras de Randín.

Las previsiones de MeteoGalicia para Ourense son de cielos pocos nublados o despejados en general durante los próximos días y ocasionalmente muy nublados, con nieblas matinales para jueves y viernes y temperaturas normales para esta época del año, con descenso ligero y máximas también en ascenso moderado. De hecho en la ciudad se prevén mínimas bajo cero también para el fin de semana, Noche de Reyes.