Un hombre, vecino de una localidad lucense, se sentó ayer en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal 2 de Ourense como supuesto autor de tres delitos de abuso sexual a una menor por los que la fiscal pidió un total de cuatro años y medio de prisión, un año y medio por cada uno. Además, solicitó que el inculpado abone una indemnización de mil euros a la víctima por el daño moral causado.

Está acusado de apretar el glúteo a una adolescente de 16 años en tres ocasiones entre octubre de 2016 y junio de 2017. Según el relato de la acusación, basado en la denuncia que la chica presentó en Comisaría tras el último incidente, la primera vez ocurrió en octubre de 2016 en la calle Quintián de la ciudad de Ourense. Supuestamente, un hombre al que no conocía de nada le apretó el culo y salió corriendo.

En marzo de 2017, el acusado volvió a coincidir con la menor cuando ambos cruzaban la pasarela del centro comercial Pontevella. Según señala la acusación, "nuevamente guiado por el ánimo de satisfacer su deseo sexual", le apretó el glúteo y salió huyendo. Y el 22 de junio de ese mismo año, supuestamente, volvió a suceder.

Según recoge el escrito de acusación de la Fiscalía, eran las 22.30 horas cuando coincidieron de nuevo, esta vez en la avenida de Santiago, y "con el mismo ánimo libidinoso volvió a repetir su acción". En este caso, la menor estaba acompañada por dos amigas y empezaron a perseguirle hasta la avenida de Marín, donde el acusado se subió en su vehículo y emprendió la marcha. Las chicas tuvieron tiempo de anotar la matrícula, lo que facilitó la identificación y localización del acusado.

La menor ha mantenido su relato durante el proceso, alegando que no conocía de nada a este hombre. Tras la denuncia no volvieron a coincidir pero a raíz de lo sucedido se siente insegura cuando sale de casa, por temor a que vuelva a ocurrir algo parecido.

Por su parte, el acusado ha negado los hechos desde el principio. Sostiene que no conoce de nada a la menor y que nada tiene que ver con los incidentes relatados por ella. De hecho, desmiente los dos primeros encuentros sobre los que tampoco se ha aportado fecha concreta, con lo que ve perjudicada su defensa. Respecto al tercero, sí coincide que pasó por la zona en la que, según la víctima, se produjo el tocamiento.

El acusado recuerda pasar por delante de un grupo de chicos pero no fue consciente siquiera de un roce con nadie y que justo después oyó voces e insultos pero que no miró hacia atrás y que apuró el paso hasta llegar al vehículo.

La única explicación que encuentra a la denuncia formulada por la menor es que lo hayan confundido con otra persona ya que comparte unos rasgos muy comunes y que esté pagando él por los dos hechos anteriores. De hecho, en su primera declaración ante el juez alegó que no era la primera vez que le pasaba en Ourense y que en otra ocasión le imputaron un robo pero la víctima se retractó al verlo.