Funergal cerró sus puertas ayer en Expourense, con la presentación de una nueva innovación en el sector funerario internacional, el "ataúd Xacobeo", que permite hacer el último viaje en un féretro que lleva grabados los símbolos del Camino de Santiago: la Cruz de Santiago y la vieira.

Esta iconografía, la concha de los peregrinos y la cruz, forman parte también del Ajuar Funerario del Camino, tras haberlos convertido en dos colgantes en plata, en cuyo interior esconden un receptáculo para portar las cenizas del difunto e incluso, llevarlo a realizar el Camino, tanto en el caso de los que no pudieron hacerlo antes en vida como a los que quieren seguir haciéndolo después de muertos.

Esta curiosa propuesta fue un encargo realizado por la Orden del Camino de Santiago, y las dos novedades fueron presentadas ayer en la feria Funergal de Expourense en la capital de As Burgas, en un acto que contó con la participación del gran mestre de esa orden, Miguel Pampín, el vicepresidente ejecutivo, de la misma Alejandro Rubín, el secretario general, Alfonso Barcia, y la directora de Comunicación, Emma González.

Xacobeos, hasta el fin

Alejandro Rubín explicó que este "Ataúd Xacobeo", realizado por Ataúdes Gallego, de Piñor, en Ourense en colaboración con la firma cola con la firma Mediterráneo Innova de Zaragoza, forman parte de la espiritualidad y el sentir de los 1.200 damas y caballeros de la Orden del Camino de Santiago repartidos por el mundo y "muchos de los cuales quisieran ser enterrados así, con la capa y ahora con sus símbolos de la orden". La empresa holandesa Funeral Products fue la encargada de diseñar ambas joyas.

Según Manuel Gallego, de Ataúdes Gallego "fue un encargo y lo realizamos con los mejores acabados, totalmente ecológico, sin lacas contaminantes en caso de cremación y con la simbología xacobea colocada de modo que vaya ir indicando el camino a seguir " señaló.

Desdramatizar la muerte, es uno de los empeños de todas y cada una de 111 empresas de 14 países de los más diversos apartados funerarios, desde, lápidas, coches fúnebres, árboles de papel para depositar los pésames y un inacabable elenco, que estuvieron en esta décima edición de Funergal clausurada ayer. "Es que la muerte tiene que empezar a verse como algo luminoso" señaló el representante de una empresa de Portugal cuyos que incorporó entre sus modelos ataúdes incorporan luces led con ocho días de duración, precisamente por ese motivo "para hacer menos duro el velatorio".

Urnas para mascotas

Nelson Labrujo trajo también desde la firma Ceabis, de Portugal Portugal productos de preservación del cadáver con proceso de control de la temperatura interior del féretro por ordenador. Y desde Pakistán llegó Nasir, de la firma Onyx Craft, una empresa con urnas de alabastro o mármol y otros materiales nobles tanto para humanos como para animales, con un recipiente oculto en la escultura en forma de gato o perro para guardar las cenizas de estos.

Todo es posible en Funergal que en esta décima edición generó según la organización de Expourense "un alto nivel de satisfacción en lo referente al negocio realizado y a las visitas recibidas durante estos dos días, más de 4.000.

Esta edición contó con la colaboración de grandes grupos funerarios de España (Funespaña, Interfunerarias, Grupo Albia y Parcesa) que vieron en esta cita una oportunidad de posicionar su marca entre los profesionales "y de abrir el sector a una sociedad en la que la muerte continúa siendo un tema "tabú" y en el que trabajan para cumplir una función clave en un cambio de paradigma y transformar la muerte en una experiencia íntima y plena en el que el funeral sea un homenaje a vida llevada por el fallecido" señala Expourense.

Además compartieron espacio con los principales fabricantes de ataúdes, hornos crematorios, urnas, vehículos fúnebres y otros artículos de España y Portugal y de Italia, Holanda, Francia, Paquistán o Alemania que pudieron reunirse con importadores de Brasil, Guatemala o Colombia.