La Consellería de Sanidade ha introducido calificaciones más explícitas en sus mapas sobre el estado del agua de las playas fluviales gallegas y, al tradicional rombo de color rojo, con el que advertía de que la contaminación de esos acuíferos los hacían "no recomendables" para el baño, ha incorporado un icono distinto: un circulo rojo, que advierte de que en las zonas de baño en ríos o pantanos que están catalogadas con ese símbolo "se prohíbe de forma permanente el baño".

Es la catalogación que se ha otorgado este verano a dos de las veinte playas fluviales de la provincia, por superar en sus análisis de forma continuada, los parámetros bacteriológicos permitidos, procedentes en su mayoría de vertidos domésticos o de granjas, como la Escherichia coli (origen fecal) y enterocos intestinales que son la que analizan los laboratorios del Sergas. Estas playas fluviales donde se prohibe el baño, son la de las del del río Arzoa, en el Concello de Vilardevós y la del río Orille en A Bola. La amplia mayoría de las playas fluviales supera con los parámetros sanitarios de sus aguas, con calificación de excelente.

Hay no obstante datos curiosos en la catalogación sanitaria de otras playas fluviales en esta temporada estival como Muiños o Baltar en las que la consellería recomienda ( no prohibe) bañarse , pues están totalmente verdosas al haber sido invadidas por algas tóxicas o cianobacterias, procedentes de los vertidos de nutrientes, fertilizantes otros desechos de las decenas de explotaciones agroganaderas que vierten al Limia. Sin embargo la calificación sanitaria de las aguas es excelente.

El alcalde de Vilardevós Manuel Cardoso afirma que no lo entiende pues "en los análisis realizados por la Diputación de las aguas del río Arzona daba que era apta para el baño y además aparece limpia y transparente", y lamenta "que hayamos podido conseguir con nuestros escasos medios, pues somos un ayuntamiento muy pequeño, si hay vertidos ni de donde proceden; no encontramos nada".

Pero el control que realiza el Sergas cada verano es intensivo y contundente, y si bien ese mar interior que son para la provincia de Ourense sus más de 20 playas playas fluviales en ríos y embalse, tienen una calificación media muy alta por su limpieza la presencia de bacterias en las zonas afectadas es contudentes. Estas aguas de baño de zonas fluviales están incluidas, como explica el Sergas "en el censo oficial de zonas de baño y hacen estrictos controles con tomas de muestras por parte de farmacéuticos inspectores de salud pública.

Los análisis comienzan el 1 de junio hasta el 30 de septiembre, y toman muestras para analizar los parámetros microbiológicos de los llamados, Escherichia coli ( bacteria de origen fecal que pertenece al grupo de las bacterias coliformes) y enterocos intestinales (de origen animal y que puede provocar infecciones). Los análisis se hacen en el Laboratorio de Salud Pública de Galicia.

Según el Sergas "si en un muestreo de un control puntual se encuentran valores superiores a 1000 UFC/100 mL de cualquiera de los parámetros microbiológicos analizados, y se considera que existe un episodio de contaminación, se le comunican inmediatamente al ayuntamiento implicado para que adopte las medidas oportunas y se lleva a cabo un nuevo muestreo con la mayor brevedad posible. Mientras dure el episodio, se recomienda no bañarse en esta zona de baño". Pero por ahora muchas personas prefieren hacer oídos sordos y siguen bañándose.