No ha sido el mejor verano para el comercio ourensano pero todavía hay tiempo para salvar la temporada. El mal arranque de la campaña a causa de una climatología más otoñal que veraniega perjudicó las ventas incluso en el inicio de las rebajas, que se han estirado durante todo el verano con la esperanza de dar salida al stock. No obstante, los pequeños empresarios, arrastrados por las fuertes campañas de descuentos de las grandes cadenas de textil y calzado, confían en recuperar las ventas en esta recta final a base de potentes campañas de reclamo.

Pero si la temporada de verano comenzó con la expectativa de incrementar entre un 5 y un 7% las ventas respecto al año anterior, a estas alturas los comerciantes ya se conforman con llegar al 3%.

Ofertas de hasta el 70% en números bien grandes, llamadas a comprar porque son los "últimos días" y los "últimos precios" o el reclamo de "liquidación" que nunca pasa desapercibido visten los escaparates del centro de la capital animando las compras en la despedida del verano. La presidenta de la Federación Provincial de Comercio, Beatriz Gómez, señala que el colectivo "nunca pierde el optimismo" y confía en que, ahora que "el tiempo acompaña", el sector arañe un poquito más y pueda cerrar la temporada mejor que empezó. Aunque admite que la "mejoría leve" que se percibe en la calle "no llega a suplantar las malas ventas del principio".

El sector se siente desprotegido ante las grandes cadenas, situación que se agrava en temporadas de mal inicio como la actual. "No se había empezado a vender la campaña de verano y los grandes ya estaban con descuentos", señala la presidenta de la federación provincial. Ante un hecho como este, añade, "el pequeño comercio se ve arrastrado por esa dinámica de descuentos y los resultados que se marca no se consiguen".

En este sentido, recalca que la expectativa era de llegar al menos a un incremento del 5% con respecto al verano pasado, pero por el momento, a falta de cerrar la campaña y un balance definitivo, "lo que se baraja ahora es un aumento de entre el 2 y el 3%", apunta.

Desde la asociación de empresarios del centro comercial abierto de la capital, Ourense Centro, el presidente Luis Rivero mantiene una valoración similar. Mal inicio y mejor cierre, pero no lo suficiente para lograr los objetivos de crecimiento marcados. Rivero confía en que esta recta final de liquidación de las rebajas levante un poco las cifras y se pueda hablar de un repunte generalizado del 3%. "Queda una semana y muchas tiendas están haciendo una labor de remate muy potente", afirma. Un último resto del comercio local, señala, "para tratar de salvar la campaña con mejores registros".

También Beatriz Gómez destaca el esfuerzo de los comerciantes en la búsqueda de reclamos para captar clientes: "Cada vez están más especializados y se preocupan de renovar escaparates y buscar herramientas para potenciar las ventas", afirma.

Para paliar las desventajas que soporta el pequeño comercio local respecto a las grandes cadenas, la presidenta de la Federación Provincial de Comercio, Beatriz Gómez, ve necesaria una mayor implicación de las administraciones. "Es muy difícil competir ante el actual desbarajuste, con rebajas a todas horas y liquidaciones continuadas; el pequeño comerciante se ve muy perjudicado por esto", insiste. Por ello, demanda desde la federación una regulación del período de rebajas y que las instituciones públicas potencien el comercio local. Por ejemplo, propone, con festivos como el 19 de marzo, día de San José. "Es importantísimo que se respeten festivos como este porque las ventas se triplican", o mayor promoción en campañas fuertes como los días del padre, la madre o San Valentín. "El comercio local son autónomos, mujeres, jóvenes, familias... pilares muy importantes de la sociedad", apunta Beatriz Gómez, que pide "mayor vigilancia por parte de Consumo a los grandes y no tanta sobre los autónomos para los que todo son obligaciones y ningún derecho".

Respecto a la incidencia del turismo en las ventas, la presidenta de la Federación de Comercio de Ourense ve necesaria una mayor apuesta que incremente la estancia media de los visitantes, y que el pasado mes de julio se situó en 1,95 días. "Se ve mucho turismo en las calles y el consumo es a todos los niveles, hostelería, textil, calzado... pero es mucha gente de paso, no se pernocta aquí y eso nos perjudica", concluye.