Para recorrer los más de 1.000 kilómetros que hay entre Andorra y la localidad pontevedresa de Silleda hacen falta más de 10 horas de conducción. Un hombre de 68 años, que volvía a su tierra desde el principado, donde reside, sufrió la madrugada del domingo un siniestro en la autovía A-52, a la altura de Sandiás, tras quedarse dormido al volante.

Según información de la Guardia Civil de Tráfico, trataba de completar sin descanso el recorrido por carretera. A las 5.20 horas, el sexagenario perdió el control del automóvil al ser vencido por el sueño, saliéndose de la autovía por el margen izquierdo, a la altura del kilómetro 200,9, y colisionando contra la barrera de seguridad que protege la mediana. Por fortuna, resultó ileso. La circulación, que era escasa a esas horas, no se vio afectada. Intervino un equipo de atestados.