Un informe aumenta la probabilidad de que el hombre que mató a su mujer y cuidadora en O Carballiño, a finales de enero de 2017, se enfrente a un juicio ante un jurado popular a pesar de la demencia que padece. Dos forenses del Instituto de Medicina Legal (Imelga) han comunicado por escrito a la magistrada que José Alén, de 60 años, el presunto autor de la muerte de Virginia Ferradás -tenía 55-, está capacitado para someterse a la vista oral pese a las "limitaciones importantes" que presenta para comprender las consecuencias de sus declaraciones, debido a su estado mental.

Su patología, una demencia frontotemporal, es neurodegenerativa, por lo que empeora con el tiempo. Los forenses avisan de que el estado actual, apto para sentarse en el banquillo, podría empeorar si la vista se demora. Sin más dilación, la magistrada ya ha dictado el auto de incoación de la ley del jurado. Una comparecencia del investigado y todas las partes definirá si Alén va a juicio, como pretenden la Fiscalía y la acusación particular, o si la causa se archiva en esta fase por demencia sobrevenida, tal y como quiere la defensa. Alén lleva 13 meses en prisión preventiva, en la penitenciaría ourensana de Pereiro.

El dictamen del Imelga, el segundo de este organismo que se une al sumario, es fundamental tanto para decidir si hay juicio como para la hipotética aplicación de una eximente en caso de condena. Consta de dos informes. El investigado, que tras la detención dijo no ser consciente del crimen, fue examinado por una psicóloga. "Borré todo", le dijo en la consulta, mostrándose colaborador pese al dolor de cabeza del que se quejaba. "Usted ya me vio otra vez", comentó. La psicóloga concluye que, a fecha 21 de febrero, Alén no sufre un deterioro cognitivo mayor al de su enfermedad.

A este dictamen se añade el de los dos forenses. Según ellos, el presunto homicida mantiene una capacidad de memoria antigua y reciente, entiende mensajes y podría aportar datos a la investigación. Sin embargo, hacen constar que presenta "escasa o nula capacidad" de realizar un juicio crítico o entender metáforas, por lo que sus manifestaciones y aseveraciones deben ser interpretadas desde el contexto de la enfermedad que padece.

Si hay juicio, el tribunal popular decidirá si Alén cometió el crimen y si procede aplicar una eximente por anomalía psíquica y el ingreso en un centro como medida de seguridad. Antes de los hechos, el hombre ya había sido diagnosticado y continuaba en estudio en el área de salud mental. La víctima había detectado cambios de conducta -un patrón de este tipo de dolencias- que precipitaron el regreso del matrimonio desde Suiza para establecerse definitivamente en O Carballiño.

Virginia Ferradás acudió a los servicios sociales para que una asistenta en el hogar la ayudara a cuidar a su marido. El 18 de enero, once días antes del homicidio, el hombre se encaramó al tejado y permaneció allí durante varias horas. José Alén fue atendido después en el servicio de urgencias pero recibió el alta y volvió a su casa, junto a su mujer.

Tras la llamada de un familiar que llevaba horas sin noticias, la Guardia Civil y la Policía Local localizaron el cuerpo sin vida de Virginia Ferradás, de 55 años, sobre las 20.30 horas del domingo 29 de enero de 2017. La causa de la muerte fue un estrangulamiento.