"Nosotros no notamos que durante el verano aumenten los abandonos de mascotas, por desgracia es algo que sucede durante todo el año", explicaba ayer María del Campo, presidenta de Progape. Sin embargo, sí aumenta la población en la protectora, porque es a los cachorros a los que nadie quiere. "Con la llegada del verano, vienen también los partos de perras y gatas, y los cachorros aparecen por todas partes porque la gente no sabe que hacer con ellos", indicaba.

Así, aparecen en contenedores, carreteras, montes y "casi cualquier lugar que puedas imaginar", condenándolos así a una muerte casi segura. Otros los dejan a las puertas de Progape, y los menos, asumen la responsabilidad de entregarlos a los trabajadores, acompañados de una explicación que les ayude a comprender su origen y características, lo que facilita notablemente sus cuidados y sobre todo su posterior adopción. Al conocerse la identidad de los padres, por ejemplo, puede preverse el tamaño que tendrá el can, lo que muchas veces determina su adopción.